24 Junio 2023
El empresario Chris Brown advirtió que el submarino Titán, el sumergible que implosionó hace unos días cuando se encontraba cerca de los restos de Titanic, presentaba algunas fallas. A poco de abordar el sumergible, el magnate dedicado al marketing digital se arrepintió porque considero que la embarcación estaba “mal hecha” y no podía subirse a “esa cosa”.
Brown había decidido viajar hacia los restos del Titanic junto a dos amigos mientras compartían unas vacaciones en una isla privada. Luego de pagar el 10% del pasaje en 2018, el empresario viajó hacia Bahamas para conocer el sumergible. Sin embargo, decidió bajarse de la expedición por considerar que estaba “mal hecho”.
“Descubrí que utilizaban viejos postes de andamiaje para lastrar el submarino y que sus controles se basaban en mandos de juegos de computadora”, expresó en declaraciones al diario The Sun.
“Si tu idea es construir tu propio submarino, probablemente puedas utilizar barras viejas de los andamios, pero se trataba de una nave comercial”, reprochó el empresario a OceanGate.
“No me gustaban algunas cosas del diseño, como los propulsores en el exterior con los cables allí. Me parecía que aquello corría peligro de engancharse”, dijo Chris Brown.
Submarino desaparecido: la impactante confesión del tripulante más joven antes de morir
Entre los cinco pasajeros que viajaban en el submarino que implosionó durante una expedición al naufragio del Titanic había un adolescente. Se trata de Suleman Dawood, hijo de empresario paquistaní Shahzada Dawood, quien también murió en el accidente.
En los días previos a embarcarse en el sumergible Titán, uno de los tripulantes del submarino desarrollado por la empresa OceanGate hizo una última confesión a una familiar, según reveló NCB News.
Suleman Dawood, hijo del empresario paquistaní Shahzada Dawood y estudiante universitario de 19 años, le contó a un pariente cuáles eran sus sensaciones sobre aquella travesía.
Según precisó Azmeh Dawood, hermana mayor de Shahzada y tía de Suleman, el joven dijo sentirse sumamente “aterrado” por tener que sumarse a la expedición de OceanGate.
“Insistió en que no estaba preparado para hacerlo”, detalló Azmeh, quien aclaró que el único motivo por el que su sobrino aceptó subirse al sumergible fue para complacer a su papá, quien era un entusiasta del Titanic. El viaje había coincidido con el fin de semana del Día del Padre.
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