06 Julio 2023
¡Quince años! Agradecer a Dios por la gracia concedida y celebrar debidamente, como buenos cristianos, es lo menos que se puede hacer. Así lo entendió la familia de esta incógnita niña que invitó a sus amigos a compartir su agradecimiento al Señor con una misa, no en cualquier iglesia, sino en la más bella, la más vistosa, la Catedral, situada rente a la plaza central de la ciudad. ¡Muy bien! Pero, como siempre suele ocurrir en este gracioso país, el diablo tuvo ocasión de meter la cola. Los adolescentes, al final de la misa, molestos quizás de la supuesta aureola de buenos creyentes de la Ley de Dios, urgidos por tanta santidad, desataron su “enano maldito” en la plaza Independencia, frente al santuario. Destruyeron todo lo que se pudo, presas del demonio. ¿Esos 15 años, supuestamente bellos, merecían tanta contrastante conducta? O, en otras palabras, ¿ya no sabemos agradecer a Dios por habernos regalado la gracia de vivir y crecer bellamente, para satisfacción personal?
Darío Albornoz
lisdaralbornoz1@gmail.com
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