Nicolás Avellaneda se consagró campeón de la Súper Liga de Básquet

Tuvo en Juan Cruz Rodríguez su figura rutilante y un plantel sólido y compacto.

UNA FOTO PARA LA HISTORIA. Antes de la final, el plantel del “trueno verde” posó para una imagen que quedará grabada a fuego en la historia de Nicolás Avellaneda.  UNA FOTO PARA LA HISTORIA. Antes de la final, el plantel del “trueno verde” posó para una imagen que quedará grabada a fuego en la historia de Nicolás Avellaneda.
18 Julio 2023

“Primera vez que salgo campeón con mi club. Estoy muy feliz; esto es devolverle un poco de todo lo que me dio”. Juan Cruz Rodríguez tiene 21 años, juega de base y prácticamente se crió en Nicolás Avellaneda.

Llegó a los cuatro años y supo recorrer cada rincón de la institución ubicada en Pellegrini 279. Sin embargo, durante el último tiempo estuvo defendiendo los colores de Club Atlético Montmartre de Catamarca.

Fue en ese momento cuando recibió el llamado para regresar al club de sus amores. No lo dudó; volvió para jugar los últimos partidos del Torneo Federal, los playoffs y la liga local, en donde se transformó en una pieza clave del equipo que se consagró en la copa “Ciudad del Limón”, de la Súper Liga del básquet.

Rodríguez fue pieza clave en los duelos decisivos. Anotó 43 puntos en la semifinal contra Avellaneda Central y aportó 30 en la final contra San Martín, el domingo en cancha de Talleres de Tafí Viejo.

LA FIGURA. Rodríguez fue el mejor jugador en “semis” y en la final.  LA FIGURA. Rodríguez fue el mejor jugador en “semis” y en la final.

La pieza clave del “trueno verde” lleva la pasión por la anaranjada desde la cuna. Es hijo de Raúl Federico “mocho” Rodríguez, otro basquetbolista histórico que aportó nuestra tierra.

“Fue una final durísima contra un muy buen equipo como San Martín. Sin embargo, nosotros siempre creímos. Jugamos con mucha entrega y tratamos de correr la cancha; eso fue lo que nos permitió levantar el partido en el último cuarto”, aseguró Rodríguez en diálogo con LA GACETA. “Es más que un simple título para el club. Hay mucho esfuerzo detrás de esto; de los dirigentes y de los colaboradores que están siempre al pie del cañón para lo que los jugadores necesitemos”, agregó.

El base no quiere llevarse todos los flashes, aunque las actuaciones que tuvo en los duelos finales así lo indiquen. Prefiere poner lo grupal por sobre lo individual, y asegura que el trabajo colectivo fue crucial para poder lograr la consagración. “Tuve la suerte de meter muchos puntos; pero considero que hay que resaltar el funcionamiento que tuvimos como equipo. En el plantel hay cinco chicos de 17 años que salieron de las inferiores del club y que se ‘comieron la cancha’. Además, los más grandes aportaron la experiencia que necesita todo equipo que aspira a ser campeón”, sentenció.

BUENA CONDUCCIÓN. Rodríguez maneja la bola ante Ignacio Palavecino.   BUENA CONDUCCIÓN. Rodríguez maneja la bola ante Ignacio Palavecino.

El domingo, en la “leonera”, Nicolás Avellaneda volvió a consagrarse tras seis años (su último título fue en 2017) y sumó la cuarta estrella 4 de su historia (incluida la Liga C, que ganó como visitante en Jujuy). “Estoy muy contento por este logro. Conseguimos consagrarnos con un plantel conformado en un 90 por ciento por chicos formados en la institución. Este pequeño club de barrio tiene un corazón gigante de los jugadores y de toda la gente”, afirmó el presidente Gustavo Paz.

El “trueno verde” fue un equipo casi familiar. En el plantel están los hermanos Rodríguez Juan Cruz y Tomás; los Jerez, Félix Tobías y Valentín Exequiel, y también se desempeña Julián Allende hijo del entrenador Daniel. “Fuimos justos campeones. Creo que la defensa fue crucial para poder conseguir este título”, sentenció el DT.

La Ciudadela estuvo dividida en una final que se definió entre sus dos hijos dilectos. Nicolás Avellaneda, casi sobre la chicharra, torció la historia y festejó a lo grande.

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