La solución estaba en el banco de suplentes. River Plate perdía 1 a 0 y estaba complicado porque no podía encontrar el gol cuando Martín Demichelis decidió meter mano. El DT mandó al campo a Pablo Solari y el delantero se convirtió en el salvador del “millonario”. Con dos tantos del ex atacante de Colo Colo, la “banda” derrotó por 2 a 1 a Internacional de Porto Alegre, en el encuentro de ida de los octavos de final de la Copa Libertadores.
Enner Valencia, con un preciso cabezazo al segundo palo del arco defendido por Franco Armani, había puesto en ventaja al equipo brasileño para sorpresa de todos en el Monumental.
El encuentro fue de mucha intensidad desde el mismo arranque y el que comenzó mejor fue River. A los 5 minutos, Ignacio Fernández estuvo a punto de abrir el marcador con un cabezazo que se fue por arriba del travesaño. Luego, el arquero uruguayo Sergio Rochet se lució ante los remates de Nicolás De la Cruz, Lucas Beltrán y Esequiel Barco.
Los dirigidos por “Micho” tuvieron más la pelota y llegaron con claridad, pero no supieron plasmar esa superioridad en la red. Y cuando parecía que la primera parte se terminaba con el marcador en cero, llegó una falta innecesaria de Leandro González Pirez sobre Valencia. El ecuatoriano generó el foul y fue a buscar el centro para poner el 1-0 con un certero cabezazo de pique al suelo. Armani no pudo hacer nada a pesar del esfuerzo. Fue un baldazo de agua fría.
En el arranque del complemento River salió con todo a buscar el empate y tuvo varias veces contra las cuerdas a los brasileños. En apenas 12 minutos, Rochet volvió a convertirse en pieza clave al ahogarle el grito de gol en dos oportunidades a Barco y en una a De la Cruz.
A esta altura, el arquero de 30 años surgido en Danubio parecía imbatible, con atajadas impresionantes, que le permitían a Inter estar arriba del marcador. El partido se le hacía cuesta arriba al “millo” y Demichelis decidió recurrir a los suplentes para cambiar el sistema de juego. Sacó a Enzo Pérez y mandó a la cancha a Solari. Y a los tres minutos de ingresado, el atacante marcó el empate con una precisa definición, luego de recibir un pase en profundidad de De la Cruz.
Barco y Rodrigo Aliendro tuvieron posibilidades para desnivelar y se volvieron a encontrar con las manos salvadoras de Rochet. Con el que no pudo lucirse el arquero fue con Solari, que a los 33 minutos festejó por partida doble luego de recibir un gran pase de Beltrán.
“Estoy muy contento por el triunfo. Entré pensando en ayudar a mis compañeros a salir adelante y por suerte lo conseguí. Más allá de que me tocó a mí hacer los goles, las felicitaciones son para todo el equipo”, dijo el goleador. “Demichelis siempre me da confianza. Me dice que juegue libre y tranquilo. No sé si fue mi mejor partido. Me sentí muy bien, pero tengo que mejorar muchas cosas”, agregó.
Solari sabe que nada está definido. “Inter es un equipo durísimo. Sabemos que la serie no va a ser fácil. En este partido podríamos haber sacado una mejor diferencia, pero no se pudo”, indicó.
Con Solari como abanderado, River reaccionó a tiempo y llegará con una pequeña ventaja a la revancha de Porto Alegre. No es poco.