No soy político y no me gusta hablar de este tema, porque incita a confrontación, más que a encuentro. Prefiero hablar de temas que confronten nuestros tropiezos sociales, para ayudar a mejorar nuestra existencia en este efímero paso por la Tierra. Mas ahora se da el caso de una situación problemática e importante, que exige una sola respuesta, cortita pero martirizante: sí o no. El Radicalismo, siempre opositor a todo régimen o política totalitaria, declaró su abstención a la confrontación del balotaje para el próximo Presidente en que se decidirá la continuación del kirchnerismo (Massa) o el ingreso de un ultraopositor (Milei). Siendo ambos de naturaleza totalitaria, el voto en blanco (si se diera) terminará favoreciendo al primero. Por ende, suena como imperativo votar al segundo. Tampoco, digamos, muy deseable. La Democracia radical, esta vez, parece estar quitando opciones al pueblo, que se enfrenta a la fuerte interrogante nunca antes vista: ¿a quién votar?
Darío Albornoz
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