En un entorno especial magnificado por la intensa lluvia que cayó antes y por algún tiempo durante el partido Gimnasia y Esgrima de La Plata se quedó en la máxima categoría del fútbol argentino. Por el contrario, Colón de Santa Fe descendió y será rival de San Martín de Tucumán en la próxima temporada de la Primera Nacional.
La lluvia torrencial que cayó en Rosario dejó el campo de juego del estadio “Coloso Marcelo Bielsa” con importantes charcos de agua que no impidieron que el partido fuera entretenido y bien jugado por ambos equipos que jugaron el partido desempate tras haber terminado empatados en la tabla anual de la Copa de la Liga.
El partido empezó a definirse en el final del primer tiempo, con un tremendo golazo de Nicolás Colazo. Curiosamente, apenas puso en ventaja a Gimnasia de La Plata el jugador tuvo que dejar la cancha lesionado. Colazo era una de las dudas del técnico Leonardo Madelón en la previa y terminó inclinando la cancha para el "lobo". Matías Abaldo mandó el centro desde la derecha en la cancha complicada por la lluvia. A Franco Soldano le cayó incómoda, pero igual la bajó de pecho y en el borde del área grande apareció Colazo que la empalmó de primera con la zurda y la puso en un ángulo, imposible para el arquero Matías Ibáñez.
Fue lo último que hizo Colazo, porque ya en el festejo se tiró al suelo de cara a la hinchada "tripera" y no se paró más. Rápidamente Madelón mandó a la cancha a Benjamín Domínguez en su lugar y el héroe de Gimnasia dejó la cancha, en principio, con un desgarro en el aductor de la misma pierna con la que pateó.
El segundo tiempo fue también muy entretenido y parejo. Ninguno de los dos dejó de buscar el arco rival. Ni Gimnasia se dedicó a cuidar el resultado, ni Colón disminuyó, aunque con mucho nerviosismo y menos ideas, el ímpetu por empatar el partido. A tal punto que en el sexto y noveno minuto de adición Ramón Wanchope Ábila y Rafael Delgado, respectivamente, tuvieron dos chances claras.