Si estás tratando de saber un poco más sobre tus características personales, un nuevo test de personalidad puede ayudarte a concretarlo. En esta oportunidad, debes observar una imagen y elegir uno de entre seis opciones de puentes. Tu elección te permitirá conocer cuál es el defecto que no te deja avanzar con tus proyectos.
Test de personalidad: elige una figura y descubrí detalles importantes de tu futuroEn el retrato hay seis paisajes diferentes que tienen algo en común, y es que en todos hay un puente que resalta por encima de los demás detalles de cada foto y en eso es en lo que debes fijarte con mucha atención para seleccionar el que te parezca más agradable.
Cuando hayas terminado de elegir con qué ilustración te quedarás, entonces será el momento de que conozcas lo que realmente te quiere decir la decisión que tomaste. ¿Estás listo para saber qué defecto es el que no te deja avanzar?
¿Qué puente te gusta más?
¿Qué quiere decir la opción que elegiste?
Puente 1: Sos alguien realmente empeñoso con todo lo que te propones, pero el único problema es que te gusta abarcar mucho al mismo tiempo y así nada de lo que haces te sale 100% bien.
Puente 2: Tu defecto es la impuntualidad, sos de las personas que no sabe cómo organizar su tiempo y siempre estás excusándote, situación que no es bien vista por ninguna de las personas a tu alrededor.
Puente 3: Tenés una pequeña obsesión con el perfeccionismo, y aunque eso no es considerado un defecto, para vos sí lo es porque te juega en contra en todos los aspectos de tu vida.
Puente 4: Esta opción indica que no estás listo para poder tomar decisiones por vos mismo, preferís que alguien más determine lo que es mejor para vos y eso te hace dependiente.
Puente 5: Te caracterizas por ser alguien lleno de energía y a veces es tanta que no sabes cómo canalizarla, por ello terminas desbordando a cada instante y no sabes cómo manejar eso porque te mantienes inquieto a menudo.
Puente 6: Llevaste a un límite muy alto tu impaciencia, normalmente sos de los que no sabe cómo esperar su turno y si no se te dan las cosas en el preciso segundo para el que las pediste, comienzas a desesperarte.