El cortometraje “Carne de Dios”, dirigido por Patricio Plaza, no ha parado de recibir galardones y elogios desde su estreno en el Festival de Mar del Plata 2022. En ese marco recibió seis premios incluyendo el de “Mejor Cortometraje Argentino”. Luego siguieron los éxitos en festivales nacionales e internacionales. Finalmente el film quedó preseleccionado para los premios Oscar 2024, y podría ingresar en la competencia en la categoría “Mejor Animación”.
La película desembarcó en Tucumán en el marco de la competencia internacional del primer Festival de Cine de Animación Plum!, que se realizó en Tafí del Valle. Allí obtuvo el premio al “Mejor Cortometraje Internacional”.
La obra narra la historia de un sacerdote en México durante la época colonial. La trama se desarrolla cuando el fraile, al caer enfermo, es llevado a una curandera y tiene que atravesar una de las prácticas rituales que había estado persiguiendo.
“Me interesé en algunas prácticas religiosas ancestrales, que yo entiendo como parte de una resistencia cultural. Particularmente en el uso ritual que tenía el consumo de sustancias en contextos ceremoniales”, detalla.
Plaza se instaló en México para investigar aquellas prácticas religiosas que se mantuvieron a lo largo de los siglos y sobrevivieron al proceso colonial. “Estudié los edictos de la Inquisición Española y textos manuscritos por frailes en el siglo XVI, que son los que de alguna manera escribieron la historia de ese período”.
Con la información recopilada decidió hacer una película de terror: “Me interesa este género para hablar de este tema desde un lugar periférico, que no sea una exposición de textos para demostrar que hubo una persecución y un exterminio, sino más bien apelar a la ficción, usando una imaginación especulativa de lo que podría haber sucedido y construir otras narrativas en torno a estas historias".
El realizador sostiene que la animación tiene un potencial para producir imaginaciones políticas que la acción real (live action, en la jerga cinematográfica) no podría materializar. Plaza enmarca Carne de Dios en lo que él denomina “Terror político en la animación latinoamericana”.
“Es un movimiento que tiene aproximadamente 10 años y que tiene que ver con ofrecer nuevas miradas sobre la historia del continente; una historia de muchas persecuciones y de exterminio, pero también de mucha resistencia”.
Otros cortometrajes que se ubican dentro de este movimiento son “Padre” (2013), de Santiago Grasso, ambientado en la dictadura Argentina del 76, y “Bestia”, de Hugo Carrubias (2021), que trata sobre servicios de inteligencia chilenos durante la dictadura de Pinochet. Este último estuvo nominado a los premios Oscar 2022.
El autor asegura que estas narrativas, en donde el terror se relaciona con las vivencias de las personas que habitaron y habitan en la región, sólo pueden abordarse con el cine de animación. “Para hablar de ciertos temas es necesario un cierto distanciamiento y la animación permite, trabajando con personajes no humanos, generar una distancia y una forma de extrañamiento que nos permite pensar estos temas desde otros espacios, desde lugares alejados de la memoria ya cristalizada”.
Patricio Plaza estudió Artes Visuales y Cine en la UNLP y se formó trabajando en estudios de animación comercial en proyectos para Disney, Cartoon Network, Warner Brothers y Paramount.
“En algún momento de mi vida empecé a pensar en la posibilidad de que, además de hacer ese trabajo comercial para vivir, se podía proyectar hacer otro tipo de trabajo más autoral, vinculado a otros intereses, y decidí usar la animación para contar otras cosas”, dice el director.
Su interés en contar relatos propios fue creciendo hasta que en el año 2019, junto a Gervasio Canda y a Paula Boffo, fundó Ojo Raro, una productora de animación de género para adultos, con la que se proponen contar “otras historias con una mirada cuir y sudaca”.
“Quizá el gran problema que tenemos, sobre todo en la animación, es que siempre se ha contado la historia de una sola manera. Queremos abocarnos a la multiplicidad de narrativas para poder pensar nuestra realidad de otra manera”.
Carne de Dios es el primer cortometraje de la productora en el que trabajaron alrededor de 100 artistas; con el que cosecharon más de 31 premios y una posible nominación a los Oscar 2024.
“El hecho de poder ser nominados nos alegra, porque entendemos que serviría para visibilizar e impulsar la animación argentina y latinoamericana, en un momento en el cual hay un estallido de la producción que no tiene un correlato con el apoyo institucional”, concluye Plaza.