Las caras de fastidio y de bronca se exteriorizaron en las filas de espera de las paradas de colectivos. La decisión tomada por la Asociación de Empresarios del Transporte Automotor de Tucumán (Aetat) tuvo un efecto directo en la disminución de la frecuencia de los trayectos.
Transporte urbano: en Tucumán, suspensiones; en Buenos Aires, suba salarialEl sector se vio obligado a implementar acciones de emergencia, resultando en una reducción de hasta el 70% en la cantidad de vehículos en circulación y la suspensión temporal de conductores. Los empresarios afirman que no les cierran los números del negocio y, por esa razón, deben adoptar medidas para ahorrar combustibles. Pero como consecuencia de eso hubo suspensiones de personal. Esta última medida fue objeto de desaprobación por parte de la Unión Tranviarios Automotor (UTA).
La reacción de los usuarios de los servicios pudo observarse en las largas filas, en forma de zig-zag, que se registraron en las calles Córdoba y Santiago del Estero, con sus decenas de paradas a lo largo del centro de la city tucumana.
Luis, jubilado, está sentado muy cómodo y apoyado en uno de los soportes de la parada de la línea 7 por calle Córdoba. ̈Estoy esperando hace un par de horas, ya pasaron varios colectivos, aunque hago un poco de tiempo antes de volver a casa¨, dice a LA GACETA con tono de resignación. Respecto de la frecuencia, afirma que ¨los empresarios piensan que todos están de vacaciones y los que más nos perjudicamos somos los usuarios ̈ cerró.
Gustavo, ingeniero y profesor de informática en escuelas públicas, vive en Villa Lujan. Cerca del mediodìa regresaba a su casa con gestos de disconformidad por las medidas de los empresarios. ¨Me parecen muy malas y no brindan un buen servicio. Se quieren equiparar con la ciudad de Buenos Aires y los colectivos no se pueden ni comparar¨, refiere.
"Los empresarios del transporte tienen de rehenes a los trabajadores y a los usuarios"Además, respecto de los pedidos de aumentos del boleto por los empresarios, asegura que los concejales “no le aprobaràn un boleto a $ 608”. Los trastornos de la reducciòn de frecuencias se hacen sentir en las horas pico. ¨Espero que solucionen esto lo antes posible, porque los únicos perjudicados somos los usuarios¨, indica el ingeniero.
Por calle Santiago y 25 de mayo, Romina y Mari, ambas amas de casa, viven en el barrio Villa Mitre de Tafí Viejo. Llevan más de 20 minutos bajo la sombra de un árbol a la espera del 131 para volver a sus casas. Romina cuenta que sólo fue al centro para hacer algunas compras. “A mi no me afecta en gran medida, pero a mi hermana que trabaja en el comercio sí, la afecta un montonazo como a todos los mercantiles¨. Mari agrega: ¨no se ven tantas filas porque no hay escuelas, pero es malísimo para los empleados del comercio que tienen que salir tempranito de sus casas¨. Y, antes de subirse al colectivo, finaliza: ¨espero que los empresarios no pidan nuevos aumentos, porque la prestaciòn del servicio es deficitaria”.
Cecilia trabaja en una empresa de limpieza y vive en el barrio Oeste II. Toma el colectivo de la línea 5 en una parada de calle Córdoba. Está preocupada por la situación del transporte público en Tucumán. ¨Me parece pésimo lo que está pasando, las unidades están destruidas y no hacen nada para mejorarlas¨, resalta.
"Esta es una semana de definiciones", advierten los empresarios del transporte de TucumánY agrega que para llegar al centro esperaron más de 40 minutos en la parada del colectivo. Con todos los inconvenientes que ocasiona la medida de fuerza empresarial, afirma que sería inoportuno que vuelvan a pedir aumentos en el valor del boleto. “Los sueldos no suben de igual manera y, si siguen con esa mecánica de incrementar todos, no me quedará otra que utilizar la bici para ir a trabajar”, remarca.
(Producción periodística de Pablo Brunella)