En contestación a la carta del Sr. Francisco publicada el 28/01, quiero decirle a los “millones” (que según él) no lo votaron al Sr. presidente Milei... que: el túnel que nosotros vemos tiene al final una luz grande y billante... El pozo negro que ve Ud. es la venda que le colocaron hace 30 años, y no pudo sacársela todavía... Por otra parte, dice: “¿a dónde fue a parar la casta laburante?... Esa casta se librará de los corruptos que la dominaban con impuestos y fiestas de guardar... Los que creemos, jubilados, educadores, los de cultura, etcétera, estamos seguros de que vamos por el camino correcto y no nos fuimos al lugar que Ud. dice. Nuestro Presidente en ningún momento dijo que en unos días se arreglaría todo. Él fue muy claro: “vendrán años difíciles, pero saldremos”. Millones de argentinos (a pesar de que a Ud. le pese) vamos a confiar en sus ideas y proyectos. Por otra parte, me parece una falta de respeto y de mal gusto sus apreciaciones sobre “con sus perros, las almamulas o almas en pena, etc.“. Los perros del sr. presidente son sus amigos, como los de cualquier argentino que quiere al mejor amigo del hombre; quizás su desprecio debe ser porque es amigo de “los gatos” que arañando y arañando siguen con polenta y bolsones vencidos. Con respecto a lo que dice de que coincidimos en algo... ¡creo que no! Ud. dice que son “aberraciones” las cosas que está cumpliendo: está equivocado, son “aseveraciones” de una cruda realidad oculta por años que empobrecieron a nuestro país, mientras los “gatos“ no decían nada. Estamos padeciendo lo que nos hicieron hace mucho; por eso el sr. Presidente asoma una y mil veces la “nariz” en la calle y el rumbo lo está cambiando. Lo que Ud. no entiende es que no es un “Merlín Massa”; es una persona que no miente y que está segura de a dónde quiere llegar. Son tiempos difíciles, los argentinos los vamos a superar. Ya lo hicimos varias veces. Pero esta vez lo haremos con la fe, la esperanza y la convicción de que nuestra Argentina saldrá adelante. Sr. Francisco, que Dios lo proteja e ilumine en sus causas. Doy por terminada esta polémica.

María  Eugenia Ezquer                            

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