“Los libros son al lector, lo que la fiesta es a la juventud”. Con esta frase Diego Puig, escritor tucumano, condensa esa experiencia vital que significan los libros para él. Es que cuando un libro te atrapa es tan natural querer seguir leyendo y leyendo, casi como no querer dejar de bailar.
Recuerda que el primer libro que leyó fue “Como agua para chocolate”, de Laura Esquivel (escritora mexicana) y tenía solo 12 años.
Si de ordenar su estantería se trata, confiesa que el determinante es el color. Prefiere este criterio estético al momento de acomodar, siempre poniendo a la vista los libros que más le gustaron y los que menos, dejándolos medio escondidos.
Llegamos a la cuarta entrega de “Citas de lectura”, entrevistas breves y ágiles a escritores y referentes de la cultura. El ciclo realizado por LA GACETA y Libro de Oro tiene como objetivo hablar sobre los libros desde todos los ángulos posibles. Preguntar sobre el primer libro que leyeron, la frase que recuerdan, el autor con el que les hubiera gustado salir a tomar unas copas y hasta confesar cuáles son los libros o autores que no leyeron nunca o que no les gustaron.
Esta vez le tocó el turno a Diego Puig (1982), licenciado en Ciencia política y Filosofía de la Universidad de Colby en Estados Unidos. Publicó novelas, libros de cuentos, de ensayos y entrevistas, los últimos dos títulos con Gerania Editora (Tucumán). Dicta talleres en Libro de Oro desde 2019 y colabora con la revista digital tucumana “La Papa”.
“En busca del tiempo perdido”, de Marcel Proust, y “Tierra desacostumbrada”, son los dos libros que primero se le vienen a la mente cuando se le pregunta: “¿Qué libros te hubiera gustado escribir?”. El primero es una novela escrita entre 1908 y 1922 que consta de siete partes publicadas entre 1913 y 1927. El segundo es de una de sus autoras favoritas, Jumpa Lahiri, designado como el mejor libro del año en 2008 por el periódico “The New York Times”.
Si le dan a elegir, le gustaría salir a tomar una copas justamente con Lahiri, escritora indobritánica-estadounidense ganadora del Pulitzer en el año 2000. Una de sus obras más celebradas es el libro de cuentos “El intérprete del dolor”. Pero Diego agrega: “También me gusta salir con Selva Almada y Raquel Tejerina”. Ambas son autoras argentinas contemporáneas, Almada acaba de quedar finalista del Premio Booker internacional por la versión en inglés de su novela “No es un río” (el ganador se anuncia el 9 de abril). Tejerina es escritora y una de las directoras de Salvaje Federal (librería virtual con un catálogo enfocado en las producciones de las provincias).
- ¿Qué libros considerás que hay que leer antes de morir?
Los cuentos de John Cheever, “Nervio óptico” de María Gainza y “Prohibido Morir aquí”, de Elizabeth Taylor.
Según Diego, cada vez que abre un libro espera que esas páginas lo emocionen y lo deslumbren, “que me conmuevan”. “Me interesa saber lo que se está escribiendo y ser parte de la conversación de la literatura”, afirma en relación a la literatura contemporánea.
En el inconmesurable universo de los libros hay algunos tildados de “clásicos que hay que leer”. Esos escritos que han pasado a la historia o que han marcado un momento de quiebre de la literatura. Según Diego, si tiene algo que confesar es que no le ha encontrado el gusto a los autores rusos como León Tolstói , autor de “Guerra y paz” y “Ana Karénina” o Fiodor Dostoyevski, que escribió “Crimen y Castigo” y “Los hermanos Karamázov”, entre otros.
- ¿Cuándo sabés que lo que escribiste está terminado?
Cuando alcancé el objetivo. Cuando llegué al final que me había propuesto, por ahí me sorprende, pero llegué a algún punto en el que siento que conté la historia.
- ¿Considerás que hay buena y mala literatura?
Si creo que hay buena y mala... y hay muy mala literatura.
- ¿Hubo alguna buena época para ser escritor?
Si bien siempre es buen momento para escribir pienso en Londres de los años 80 y 90, París de los años 20 o Argentina después de la crisis de 2001 fueron muy buenos momentos.
No le lleva ni cinco segundos asegurar que “El diablo se viste a la moda” es una de sus versiones favoritas de libros llevados al cine. El título original es “El diablo se viste de Prada” y lo escribió Lauren Weisberger basándose en su propia experiencia como asistente de la editora de la célebre revista “Vogue”.
El comienzo de “La señora Dalloway” es, según Diego, una de las mejores frases que se escribió en la literatura. Esta novela emblemática de Virgnia Woolf dice: “Mrs. Dalloway said she would buy the flowers herself” (traducción: “La señora Dalloway decidió que ella misma compraría las flores”). Es una frase disparadora que, según Diego, puede tener muchas interpretaciones.
En cuanto al libro digital, este joven escritor tucumano dice que prefiere dejarlo solo cuando no consigue el ejemplar en papel o cuando no está seguro si le va a gustar o no. En cuanto a la “literatura del yo” (podría definirse como ficción autobiográfica), asegura que tiende a pensar que fracasa, salvo que se trate de autores consagrados como Emmanuel Carrère (escritor y guionista francés), aclara.
- Si el libro no te gusta, ¿hay que abandonarlo?
(Risas) Me parece que los libros malos te abandonan a vos...