De acuerdo con datos de la Unesco, uno de cada dos chicos que cursa tercer grado no entiende lo que lee. Ese porcentaje se eleva a más del 60% en los niveles socioeconómicos más bajos. Un informe de la ONG Argentinos por la Educación trata estos datos y también señala que sólo 43 de cada 100 alumnos que comienzan la primaria llegan a 6° grado a tiempo y con los aprendizajes esperados en Lengua y Matemática. Los datos, que corresponden a las Pruebas ERCE de 2019 para América Latina y el Caribe, fueron hechos públicos por Argentinos por la Educación, que junto con otras 180 organizaciones civiles volvió a lanzar la Campaña Nacional por la Alfabetización para visibilizar bajo el lema #QueEntiendanLoQueLean debe ser una prioridad de todos los argentinos.
Una especialista en Gestión Educativa y miembro de Argentinos por la Educación dijo que para la campaña ya hay 15 gobernadores que firmaron un compromiso para que la alfabetización se convierta en una política pública y que también el Presidente, cuando era candidato, firmó este compromiso. Al ser consultada sobre las causas de esta problemática, la especialista destacó que la respuesta es compleja. “Hay un problema social que nos excede y que se relaciona con la forma en que se construyen los ambientes alfabetizadores”, explicó. Dijo que antes, en los hogares, siempre había o un diario en papel o una revista o un libro, mientras que ahora lo que más hay son televisión o celulares o computadoras, es decir, pantallas, y que esto no es un problema sólo de los sectores más desfavorecidos, sino que, como se vio en las pruebas PISA, “el 32% de los alumnos del nivel socioeconómico más alto tampoco alcanza el mínimo de lectura”.
Planteó que ya hay provincias que están implementando programas de alfabetización o están empezando a discutirlos y que en todas partes esto debería ser prioritario. También puntualizó que hay estudios que dicen que hay que restringir el uso de las pantallas, sobre todo en las edades más tempranas, “porque estar mucho tiempo frente a las pantallas genera un conjunto de consecuencias cognitivas que impactan de manera negativa en la concentración. Además, el celular es peor que la computadora, porque en el teléfono móvil se hace una lectura de carácter oblicuo; o sea, es superficial, es floja, es difícil para hacer foco. Y en este momento histórico cuando la cultura digital nos define, hacer foco y concentrarnos se convierte en un superpoder que nos permite ir progresando en aprendizajes complejos en la escuela”, aseveró.
También dijo que se debe volver a la práctica de la escritura manual, que favorece la construcción de la memoria. “Si miro al pizarrón y tengo que copiar en mi cuaderno lo que está escrito en el pizarrón, se produce un trabajo con la memoria. Es muy diferente a si le saco fotos al pizarrón con el teléfono”, ejemplificó. La advertencia de Argentinos por la Educación debería ser punto de partida de un debate profundo, para ver qué se ha hecho y qué se debe hacer para marcar el cambio en este sentido.