Parte 5 - El regalo de la presencia: manual para rescatarnos de la soledad digital

En una Navidad donde la tecnología promete llenarnos los vacíos, el verdadero milagro es apagar todo para encender el vínculo con el que tenés al lado.

Parte 5 - El regalo de la presencia: manual para rescatarnos de la soledad digital

Fundador de FALK AI, FALK Impellers y FALK Advertising Matters. Es pensador, hacedor, comunicador, formador e impulsor de innovación y transformación en las organizaciones.

¡Jingle bell, jingle bell! Oh oh oooh, llega la Navidad y parece que el mundo nos obliga a estar felices. Pero la realidad, esa que no sale en anuncios de Coca, es que para muchos estas fechas son un recordatorio brutal de la soledad.
Podemos estar solos porque la vida nos golpeó y hay una silla vacía que grita ausencias (y vaya si lo sé este año). Podemos estar solos porque nos aislamos. O, lo que es más paradójico en este 2025: podemos estar profundamente solos en una mesa llena de gente, donde cada uno está más conectado con su pantalla que con el que tiene al lado.

Estar solo no es: “no tener nadie al lado”. Bah, sí lo es. Pero es más. Es estar con otros al lado pero aislados.

La soledad duele (y la IA no es morfina)

No es una metáfora. La ciencia ya confirmó que la soledad activa en el cerebro las mismas zonas que el dolor físico. El aislamiento crónico es tan nocivo como fumar 15 cigarrillos al día. Es una herida real.

Y ante ese dolor, la tecnología nos ofrece un calmante rápido. Hoy, millones de personas usan apps como ChatGPT o Gemini en modo de conversación o especializadas en chatbot naturales como Character.ai o Replika no por diversión, sino buscando consuelo. Pasan horas charlando con IAs que simulan empatía, que nunca se cansan, que nunca te juzgan. Hay nuevos estudios que midieron y tiran la siguiente data: hay personas dedicando más de 2 horas diarias netas a “psicologearse” con ChatGPT. Según el Digital Health Report 2025, el uso de chatbots como sustitutos de interacción social subió un 35% respecto al año anterior.

Es tentador. Es un "anestésico" perfecto. Pero la IA no cura la soledad; la cronifica. Te da la sensación de compañía sin el riesgo (y sin la nutrición) del vínculo humano. Es como comer telgopor: te llena la panza, pero te morís de hambre.

No me quiero hacer el purista. Creo que realmente la Inteligencia Artificial puede ayudar y acompañar a personas que se sientan solas. Pero para nada reemplaza el contacto humano o la necesidad de un profesional de la salud mental. Tal vez, lo que digo es obvio pero a las obviedades hay que dejarlas escritas.

Tal vez no sea tu caso, pero te aseguro que en tu familia o entre tus grupos de amigos tenés algún jugador que está mal y que está solo siendo escuchado por su Razonador Computacional de bolsillo que simula una empatía vacía.

Manual de Resistencia para la Nochebuena

Por eso, en esta Era de la Humanidad Aumentada, mi propuesta es radical: usar la tecnología para organizar la logística, pero sacarla de la mesa para recuperar la "presencia".

Acá van mis Fede Tips para que esta nochebuena sea humana de verdad:

1- El llamado, a la tarde: No esperes a las 12 para mandar ese mensajito copiado y pegado que se pierde en el colapso de las redes. Agarrá el teléfono a la tarde. Llamá a los que están lejos. Escuchales la voz. Dedicales tiempo real cuando todavía tenés energía. Y después... listo. Misión cumplida.

2- La mesa es sagrada: A la hora de la comida, el celular no es un cubierto más. No lo pongas en la mesa. El "Modo Avión" es hoy un acto de fe y de respeto. Es decirle al otro: "Sos más importante que cualquier notificación".

3- La excepción de la foto: Usá el celu para sacar esa foto linda, la del recuerdo, la del brindis. Y apenas la sacás, guardalo. No te pongas a editarla, ni a subirla, ni a ver cuántos likes tiene. La vida está pasando afuera de la lente. Si sos padre y tenés hijos adolescentes, empezá dando vos el ejemplo.

4- Mirar al que está solo: Si en tu mesa hay alguien que sabés que la está peleando, o si vos mismo sentís ese frío, rompelo con contacto. Una mano en el hombro, una pregunta sincera ("¿cómo estás, de verdad?").

5- Aprovechá para reconectar: Si tenés que pedir perdón, pedilo. Si tenés que agradecer, agradecé. Si estás aislado de la persona que amás, rompé las barreras y decile algo honesto y sincero que les haga bien. La vida es un suspiro, no vayas a desperdiciarla por orgullo y rencor.

La soledad se combate con presencia. No con emojis.

Esta Navidad, el regalo más caro no se enchufa ni se compra. El regalo no es un objeto. El regalo sos vos, estando ahí, entero, con tus cicatrices y tu alegría, para el otro.

Que el próximo miércoles tengan una Nochebuena llena de luz real. Gracias a vos por acompañarme en estas notas. Te escucho y leo como siempre.

por Fede (Modo Navidad off, ¡Salud!)

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