“Burbujas”, “distancia social”, “zoompleaños”. Hace apenas cuatro años estas expresiones resultaban cotidianas. La pandemia de coronavirus no sólo se trató del coronavirus y sus consecuencias en la salud, también trajo consigo un cambio rotundo en los vínculos, los espacios personales y la forma de interactuar.
¿A cuántos centímetros nos acomodamos, por ejemplo, a la hora de hablar con un compañero de trabajo?, ¿volvimos a situarnos igual de cerca que en la pre-pandemia?, ¿qué significa todo esto?
Desde el año 2020, el mantra de la distancia social cayó muy profundo en las relaciones humanas. En ese marco, la plataforma de aprendizaje de idiomas Preply realizó un estudio titulado “¡Stop!, no invadas mi espacio”, acerca de las diferencias en la distancia social de los países antes y después de la pandemia, y las diferentes magnitudes de espacio social.
El análisis concluyó que todos los países analizados demandaron más espacio social, a excepción de China. Los cinco países que más espacio demandaron fueron Brasil (con un aumento del 92%), Austria (89%), Colombia (85%), Argelia (82%) y Suecia (70%).
El mismo sondeo determinó que el país con la menor distancia de espacio personal es Austria, con 71 centímetros, y el país con la mayor distancia de espacio personal Rumanía, con 139 centímetros. Argentina, en tanto, quedó en el puesto 54 (sobre un total de 56), con una distancia de 76 centímetros.
Los argentinos, cercanos desde siempre
La mayor parte de la comunicación interpersonal se realiza sin palabras: expresiones faciales, gestos de las manos y el lenguaje corporal influyen en cómo se perciben las palabras que pronunciamos, e incluso dan más información que éstas. Esto hace que las convenciones sociales y culturales sean clave a la hora de conseguir una comunicación eficaz.
La recopilación de Preply muestra importantes diferencias en la distancia social estándar para comunicarnos. La mayoría de las culturas está cambiando su forma de comunicarse eficazmente mediante el lenguaje corporal y los hábitos. Sin embargo, Argentina cuenta con una larga historia de cercanía y contacto físico, difícil de borrar aún pandemia mediante.
Según el estudio internacional “Preferred Interpersonal Distances: A Global Comparison” publicado en la revista Journal of Cross-Cultural Psychology, realizado entre más de 8 mil participantes de 42 países, Argentina lidera con 75 centímetros el ranking de países con menor distancia física al saludar o charlar con una persona, incluso si se trata de un extraño.
Más de una vez se destacan los besos, los abrazos y el roce constante que ya son marca personal de la idiosincrasia local. La lejanía y la “burbuja”, ya sea con propios o ajenos, resulta difícil en ese contexto. El informe presentado por la Universidad de Wroclaw añadió también que las características individuales (edad y género) influyen en las preferencias del espacio interpersonal, así como las temperaturas en una región determinada.
Diferentes tipos de distancia: íntima, personal, social y pública
La proxemia o proxémica es una disciplina o rama de la semiótica dedicada al estudio de la organización del espacio en la comunicación humana. Fue el antropólogo Edward T. Hall quien acuñó este término a mediados del siglo pasado. Hall definió este fenómeno como “la forma en que un hombre, de manera inconsciente, estructura su microespacio, la distancia interpersonal en las interacciones diarias, la organización del espacio sus casas y el diseño de sus ciudades”.
Esta distancia está determinada también por la cultura y la territorialidad, y se compone por diferentes magnitudes:
Distancia íntima: con personas muy cercanas y parejas, es la que se presenta en fase próxima entre 0 y 45 centímetros.
Distancia personal: entre 45 y 125 centímetros, se relaciona con el acto comunicativo de la conversación, y es la “burbuja personal” con la que nos sentimos cómodos o incómodos si alguien no esperado la traspasa.
Distancia social: más vinculada a convenciones sociales como trabajo, eventos, transporte, restaurantes, etc., va entre 1,25 metros y 3,5 metros en fase lejana.
Distancia pública: más allá de los 4 metros, se refiere a situaciones sociales en las que el espacio nos permite guardar la privacidad, por ejemplo en un parque haciendo picnic.