Una escuela de Concepción llegó a las vacaciones con varios días de clases virtuales debido a las dificultades generadas por el robo del motor del pozo de agua. Esta circunstancia hizo imposible que se dictaran clase presenciales a causa de que no se podían usar los sanitarios. El problema puso en evidencia la necesidad no sólo de reponer los elementos cruciales para el funcionamiento de la escuela sino también del cuidado y del mantenimiento de los establecimientos, varios de los cuales han sido objeto de ataques vandálicos en los últimos meses.
El caso ocurrió en la noche del martes 18 de junio en la escuela Amalia Prebisch de Piossek, ubicada al oeste de la ciudad de Concepción, donde desconocidos destruyeron una tela metálica e ingresaron para sustraer el motor del pozo de agua. El establecimiento educativo se quedó sin el suministro de ese elemento vital y al no poder ser usados los sanitarios, las autoridades del local escolar resolvieron suspender las clases presenciales para dictarlas vía virtual. La modalidad se mantendrá hasta tanto se adquiera un nuevo motor y se pueda restablecer el servicio de agua. Unos días antes también los ladrones visitaron la escuela Florencio Balcarce y se llevaron aparatos de audio y otros elementos didácticos. Lo mismo sucedió con la Especial Inmaculada Concepción, ubicada a pocos metros de la anterior.
Según se sabe, “La Perla del Sur” cuenta con más de 20 establecimientos escolares públicos, de los cuales el 80% sufrió hechos de robos o vandalismo. En ese marco el intendente dijo que constantemente se ven obligados a destinar personal y recursos para subsanar los robos y destrozos en los edificios escolares y por ello dijeron que pedirían al ministro de Seguridad medidas que tiendan a mejorar la protección de las escuelas.
El vicedirector de la escuela contó que el único acto presencial fue el de la jura de la bandera y luego los chicos regresaron a sus casas y todas las demás actividades fueron virtuales. “En todas las instituciones se repiten estos hechos de inseguridad porque casi ninguna disponen de sereno. Este se hizo indispensable para resguardar los edificios escolares”, dijo. La cuestión se repite desde hace mucho tiempo, aparentemente por cuestiones de seguros. Aunque los vecinos y los padres suelen pedir el regreso de los serenos, estos dejaron de ser sostén en la limpieza y en la seguridad de las escuelas y eso se ve cuando hay situaciones de crisis, como ocurrió en 2022 en La escuela “Fray Justo Santa María de Oro” de Alto Verde (Chicligasta), que llegó a tener ocho robos en el año y por eso los padres y los docentes habilitaron un moderno sistema de vigilancia con ocho cámaras de seguridad monitoreadas por los docentes desde sus celulares y también instalaron una ruidosa sirena de alarma con sensores instalados en puertas y ventanas que se activaban cada vez que los ladrones intentaban ingresar; todo coordinado con la policía local. Así lograron calmar la crisis de seguridad. Pero también los ladrones suelen dañar la fibra óptica de las cámaras de seguridad –como ocurrió en la Prebisch de Piossek- con lo que se ver que no siempre la salida tecnológica es la solución total.
Se sabe que ahora hay expectativas de que haya fondos nacionales para continuar con la reparación de varios edificios y que después de las vacaciones, además de las escuelas en las que había jornada completa, se aumentarán 65 escuelas más con siete horas de clase, con comedor y una serie de actividades programadas en la extensión horaria. Estos establecimientos requerirán cuidados especiales y su mantenimiento, al igual que el de las escuelas vandalizadas y en riesgo, debería ser objeto de un estudio en busca de las mejores soluciones para evitar problemas como el que ha padecido la escuela Amalia Prebisch de Piossek.