Hoy, en París, comenzará la 33° edición de los Juegos Olímpicos. 136 deportistas argentinos participarán del evento buscando dejar al país en lo más alto. Y una de las grandes esperanzas de medalla para Argentina son Los Pumas Seven, que en Tokyo 2020 lograron el bronce y que buscarán repetir (o mejorar) esa actuación.
En el staff de trabajo que lidera el head coach del equipo Santiago Gómez Cora, hay un tucumano: Leonardo Gravano, que charló con LA GACETA horas antes del debut ante Kenia.
“Las expectativas del grupo son las mismas de siempre: competir lo mejor posible usando nuestras herramientas, las que venimos trabajando durante todo el año”, introdujo.
Justamente, en esta última temporada, el seleccionado argentino tuvo una gran campaña en la que terminó en el primer puesto de la clasificación general del Circuito Mundial; algo que nunca había logrado en su historia. También ganó tres títulos en Ciudad del Cabo, Vancouver y Perth, además de jugar las finales tanto del Seven de Dubai, como de la Gran Final de Madrid. Pese a eso, Gravano aseguró que no se posicionan como candidatos al oro.
“No nos sentimos favoritos porque sabemos que hay equipos muy competitivos y con muchos jugadores de alto nivel”, subrayó. De todas formas, aclaró: “Sabemos que si estamos conectados y logramos acomodarnos en la cancha, podemos tener muy buenos rendimientos y eso nos da mucha confianza”.
Así como los resultados recientes no obnubilan al grupo de 14 jugadores (dos de ellos convocados como reservas), tampoco lo hace el antecedente olímpico más reciente en el que el combinado “albiceleste” pudo subirse al podio. “No pensamos en los resultados. Eso es algo que venimos trabajando con los chicos hace muchas temporadas. Hay que tratar de enfocarse en el rendimiento y en las acciones de juego”, apuntó. “A veces no es fácil porque el resultado en el partido siempre va generando condiciones, pero los mejores partidos que logramos sacar adelante fueron aquellos en los que seguíamos jugando el partido sin mirar el resultado. Eso es lo que vamos a intentar; después veremos cómo se da”, sostuvo el ex fullback que, de todas formas, no negó las ganas de llegar a un podio nuevamente. “Obviamente que siempre queremos ganar y estar lo más arriba posible pero siempre debemos enforcarnos en las acciones de juego que nos van a llevar a ese resultado”, remarcó.
¿Cuál fue la clave para que Los Pumas tuvieran su mejor temporada en la historia del Circuito Mundial? Gravano las explicó. “Creo que fue la constancia que tuvieron los jugadores durante estos años después de los Juegos de Tokyo. Mejoraron mucho físicamente tras la incorporación de Juan Galárraga como PF, y eso nos dio un contexto muy interesante para incorporar conceptos y variantes al grupo”, consignó.
Eso llevó al equipo a mejorar mucho técnica y tácticamente. “Les dio mucha confianza, lo que les dio una fortaleza en la parte mental que para lo que hacemos nosotros es muy importante. Todo ese proceso fue determinante”, señaló.
Tras disputar la Gran Final del Circuito Mundial en Madrid, en donde fueron subcampeones tras caer en la final contra Francia, Los Pumas tuvieron dos tramos de preparación. Primero, en Casa Pumas en Buenos Aires, en donde se entrenaron hasta el jueves 4 de julio. Dos días después viajaron a Portugal en donde atravesaron los últimos días antes de llegar a la Villa Olímpica el jueves pasado.
“La preparación fue muy buena. Logramos acomodar algunas situaciones de juego que no venían saliendo muy bien. Además, recuperamos jugadores importantes para el funcionamiento del equipo en general”, celebró. Claro, es que Los Pumas tendrán nuevamente a disposición a Marcos Moneta, una de las figuras del equipo, que se recuperó de una fractura de peroné, y a Matías Osadczuk, que se perdió la Gran Final de Madrid, también por un problema físico.
Si bien admitió que la temporada fue “desgastante”, Gravano rescató el envión anímico que brindaron los buenos resultados. “Al estar peleando siempre ahí arriba, fue una temporada muy motivante y satisfactoria. Sabemos que estamos bien preparados y tenemos las herramientas para sostener lo que venimos haciendo durante el año. Después pueden pasar muchas cosas, pero preparados estamos”, puntualizó Gravano.
Para concluir, el ex jugador de Los Tarcos hizo un balance grupal de lo que significa para él integrar este equipo de trabajo, y poder afrontar, nuevamente, unos Juegos Olímpicos. “Es una satisfacción enorme poder trabajar con este grupo de jugadores. Con varios de ellos ya compartimos los dos procesos anteriores y cada proceso fue mejor que el anterior más allá de los resultados. Todo lo que se genera alrededor de este grupo es muy bueno y hace que todo el esfuerzo que hacemos valga la pena. Se disfruta mucho a pesar de los viajes y el tiempo que estamos sin la familia. Lo que consiguieron estos chicos, de jugar y competir al mismo nivel que los mejores equipos, es muy importante. Se disfruta muchísimo”, sentenció Gravano, que aunque lo maneja con cautela, se ilusiona, al igual que cada uno de sus compañeros del staff y sus dirigidos, con un nuevo podio olímpico.