Es un fenómeno que va de la mano de otro. Por el incremento del tráfico de cocaína se están modificando los métodos de transporte de la sustancia. Esa es la primera conclusión a la que se puede arribar después de analizar los secuestros concretados durante el primer semestre de este año por el personal de Gendarmería Nacional. Los números dan cuenta de que en los primeros seis meses del año se incautaron 4.019 kilos del estupefaciente, más del doble de los 1.900 kilos incautados en 2023.

Esa cantidad de droga, valuada en más de U$S 14 millones (el valor del kilo en Bolivia es de U$S 3.000 y en territorio argentino llega a U$S 3.500), fue incautado en las rutas de Salta, Jujuy, Santiago del Estero y Catamarca. En lo que va del año no se registró ningún procedimiento en el NOA de hallazgo de cocaína que haya sido trasladada por vía aérea. Sí decomisaron grandes cantidades que fueron transportadas en vuelos que terminaron en otras provincias.

El caso más reciente fue el secuestro de 460 kilos de esa droga en la localidad santafesina de San Justo que habría tenido como destino el puerto de Rosario y por el que fueron detenidos tres barrabravas de Rosario Central. Las autoridades de Paraguay también sospechan que los narcos trasladaron por vía aérea los más de 4.000 kilos de cocaína que fueron encontrados en el “Operativo Dulzura”.

La mayor cantidad de droga incautada por los gendarmes era trasladada en camiones. Se produjeron 11 hallazgos de esa sustancia escondidas en la mercadería que transportaban. En total, durante el primer semestre, fueron 2.284 kilos (valuados en U$S 7,8 millones), lo que da un promedio de 208 kilos en cada traslado.

TODO VALE. Escondieron drogas en el interior de caballos de madera.

La mayoría de los envíos son descubiertos ocultos en medio de mercadería que normalmente no cuenta con autorización para ser trasladada legalmente. Hace una semana, LA GACETA publicó que en el primer semestre de este año, en el marco del Operativo Lapacho, se habían decomisado más de 5.000 toneladas de granos y 1.900 toneladas de azúcar que eran transportadas sin la documentación correspondiente.

El jueves, en la localidad de Fernández (Santiago del Estero), los gendarmes secuestraron 82 kilos de cocaína escondidos en una carga de harina de soja. Los investigadores señalaron que es muy difícil revisar todos los camiones que llevan este tipo de carga. Recordaron que los vehículos pueden cargar hasta 35.000 kilos de cualquier producto.

El más común

Como sucedió el año pasado, el sistema de tráfico más común de cocaína sigue siendo con vehículos. Hubo 42 secuestros de esta droga en lo que va del año, mientras que en el 2023 fueron 31. En total, sólo Gendarmería Nacional incautó 1.277 kilos (con un valor de U$S 4,4 millones), lo que da un promedio de 30 kilos por cada operativo.

Los cambios en esta modalidad se dan en la manera en cómo ocultan los estupefacientes en los vehículos. La novedad de los últimos tiempos es acondicionar las ruedas para llevar la droga. En el caso de las camionetas, pueden trasladar hasta 50 kilos. Sigue siendo común utilizar como escondites los paneles de las puertas, tanques de nafta y de GNC (este año uno de ellos explotó en una estación de servicios de Orán generando una lluvia blanca) y en dobles fondos de asientos, pisos y cajas de camionetas.

Los investigadores coincidieron en señalar que los narcos se aprovechan de la situación económica y social para captar gente que traslade cocaína. Un pesquisa señaló que pagan hasta U$S 100 por cada kilo. Pero además de la paga, les entregan los vehículos preparados para llevar la droga. En ese ítem se incluye hasta la documentación necesaria para superar los controles. La Nación, al eliminar la obligatoriedad de usar las cédulas azules, les facilitó el trabajo.

Viejos y nuevos

Hay sistemas que no tuvieron grandes cambios, pero dejaron de utilizarse por la cantidad de droga que circula en la frontera. Por ejemplo, es cada vez menos común que las autoridades descubran a pasadores trasladando a pie cocaína. Ese dato surge de las mismas estadísticas. Hasta el 30 de junio de este año se redujo de 174 a 74 la cantidad de decomisos de la sustancia.

ESFUERZO. Gendarmes deben revisar los camiones que llevan encomiendas.

Los ómnibus de línea continúan siendo un sistema tradicional que se incrementa año a año. En el primer semestre los gendarmes incautaron 257 kilos (valuados en cerca de U$S 900.000), casi el doble del mismo período que el año pasado que llegó a 130 kilos. La diferencia radica en que los traslados, ante la falta de controles, son cada vez menos las personas que ingieren cápsulas con la sustancia, sino que la llevan ocultas en el equipaje o adosadas a su cuerpo con cinta de embalar.

Los cambios que generan los vaivenes económicos del momento, también terminaron transformándose en aliados de los narcos. Por ejemplo, se incrementaron los hallazgos de “merca” en los tours de compras que van hacia el norte del país. A través de este sistema fueron decomisados 41 kilos de esa sustancia (U$S 143.500). Ayer se incautaron 14 kilos que llevaba una mujer de Salta a Santiago del Estero.

El desarrollo del comercio generó que las rutas se vieran invadidas de camiones y utilitarios transporte de encomiendas. En esos paquetes también se envía este estupefaciente. En los primeros seis meses del año los gendarmes, que reconocieron la imposibilidad de controlar cada uno de esos vehículos, encontraron 86 kilos (valuados en más de U$S 300.000), 17 veces más que los cinco descubiertos en 2023.

Preparativos

“Sabemos que la situación es crítica y estamos trabajando para blindar la frontera norte de la provincia”, aseguró el secretario de Lucha contra el Narcotráfico Jorge Dib. “Tenemos que realizar este trabajo como complemento de la ley de Narcomenudeo”, agregó.

El funcionario destacó que son dos los ejes del proyecto que está en marcha. “El primero y más importante es incrementar el trabajo de la Dirección General de Drogas Peligrosas en los puestos fronterizos”, comentó en una entrevista con LA GACETA. “La idea es que no sólo haya mayor presencia, sino que sea coordinada con las fuerzas federales para obtener mejores resultados. Pero también se apuntará a fortalecer el área de inteligencia de esa división para poder detectar los envíos”, añadió.

Narcotráfico: investigan los vínculos del NOA con el “Operativo dulzura”

“El otro es darle más recursos a la fuerza. Además de los escáneres móviles con los que contamos, están en pleno proceso de entrenamiento de más canes para descubrir drogas y ya se están haciendo gestiones para la compra de tecnología para la lucha contra el narcotráfico”, adelantó Dib.

El funcionario recalcó el aporte de las municipalidades de Las Talitas y Trancas. “Gracias a la gestión de Marta Najar, en Villa Mariano Moreno se instalará un centro entrenamiento canino, mientras que el intendente Antonio Moreno nos cede una vivienda para que funcione como sede de la Digedrop. Este es un problema que entre todos debemos afrontarlo”, finalizó.

El aporte de los legisladores

Ricardo Bussi: “Hay que cazar a los peces gordos”

“El refuerzo de los puestos fronterizos es crucial. La rotación de jueces y jefes policiales a cargo de los operativos, es fundamental para evitar la contaminación entre policía, justicia y narcotrafico”, aseguró Ricardo Bussi. “El fantasma de la ‘colombianización’ recorrió la Argentina durante el último tiempo. Tiempo de gobierno populista que creó un escenario en el que el negocio de la droga socavó el poder del Estado”, añadió. El parlamentario agregó que hay que “salir a cazar a los peces gordos, no a los ‘perejiles’. Tenemos un gobierno nacional y una ministra de seguridad que tienen lo que hay que tener para acabar con este problema”. “Nuestro diputado Huesen tiene instrucciones partidarias de apoyar cada iniciativa que presente el gobierno nacional para terminar con las mafias narcos”, finalizó.

José Cano: “El nuevo desafío de los gobiernos”

“Si se puede sustraer a un niño de una provincia limítrofe, cómo no va a ser fácil ingresar droga para luego distribuirla en todo el país”, señaló el legislador José Cano. El nuevo desafío que afrontan los gobiernos es detectar de manera temprana los negocios del narcotráfico que se nutre constantemente de las pequeñas ventas locales captando las voluntades de los más vulnerables que llegan a insertarse en esta economía ilegal ante una situación socioeconómica empobrecedora”, sostuvo. “La clave es contar con una calidad de excelencia en las investigaciones penales que profundicen más allá de las ventas locales. Ir a fondo sobre cómo llegan las ventas a los territorios barriales, tirar de esa punta del ovillo para llegar a quienes realmente lucran con el mercado de drogas ilícitas”, finalizó.

Carlos Najar: “El esfuerzo debe ser de todos”

“Este es un problema al que no hay que debatirlo mucho. Para llegar a una solución debemos trabajar todos juntos. El esfuerzo debe ser de todos”, explicó el legislador Carlos Najar que además es presidente de la Comisión de Seguridad. “La provincia está avanzando con la ley de narcomenudeo, pero eso no alcanza. Hay que atacar todos los eslabones de la cadena de narcotráfico”, sostuvo. El parlamentario agregó: “la lucha contra el tráfico de drogas es responsabilidad de la Nación. Como legisladores podemos presentar un pedido a las autoridades para que refuercen los controles, pero sólo quedará en una expresión de deseo”. “El gobernador Osvaldo Jaldo sabe de esta situación y está proyectando la manera de participar aún más en esta lucha tomando diferentes medidas”, concluyó.