El tiempo no puede detenerse. No hay cronómetro que pueda frenar o poner límites. Tampoco tiene distinciones ni hay privilegiados que puedan detenerlo. Por momentos, la aguja del reloj se mueve lento; por otros, los minutos parecen más cortos.
Pero, los humanos tenemos ciertas cualidades que resisten al paso del tiempo; o duran más de lo esperado. En el fútbol, la jerarquía es una de esas cualidades que no desaparece de manera inmediata. Los diferentes siempre van a encontrar el espacio preciso para hacer una sutileza, inventarán un gol de la galera o realizarán una gambeta que deslumbre a los presentes. Sí; siempre encuentran la manera de sorprender. Boca explota el recurso por medio de Edinson Cavani, y el uruguayo no decepciona.
La adaptación de Cavani costó demasiado. El uruguayo tuvo que superar una sequía que parecía interminable; que ponía en tela de juicio el recorrido realizado por el delantero. Pero, el final del mal momento llegó frente a Belgrano (marcó un hat trick en la fecha 8 de la Copa de la Liga frente a Belgrano) y, a partir de allí, el delantero no paró de lanzar “flechas”. Claro; “Matador” no cree en la magia ni en la suerte, sino que la fórmula era clara: “Solo se sale con trabajo y dedicación”, decía tras aquel partido frente al “pirata”. Ahora, Banfield se convirtió en su nueva víctima.
El tanto fue una obra de arte. Golazo sería la mejor manera de definirlo. Sí; el grito expuso todos los atributos que debe tener un “9”: olfato, calidad y contundencia. Un mix que no puede ser frenado por ninguna defensa, y esta vez el “taladro” lo pagó carísimo. Demasiado.
La secuencia comenzó con un desborde de Luis Advíncula, otro de los referentes que regresaba al “11” de Boca. El peruano, fiel al estilo ofensivo que lo caracterizó en su carrera, pasó al ataque por la banda derecha y lanzó un potente centro al punto penal. Gabriel Aranda intentó interceptar, pero pese al esfuerzo realizado no pudo desviar la trayectoria de la pelota, que cayó en los pies de Cavani. El delantero controló con un sobrepique y, tras el rebote, realizó una volea que tuvo destino de gol. Una obra de arte.
El gol levantó el ímpetu de Boca, y “Matador” buscaba tener más presas. Así, el delantero también sacó a relucir su faceta creativa. Sobre el final del primer tiempo, el uruguayo habilitó a su compatriota Miguel Merentiel, que ingresó solo al área. Pero, por la perspectiva, el ex Defensa y Justicia lanzó un centro al medio que no terminó en nada. Banfield, en tanto, fue un equipo que se conformó con poco y nada. Un remate de Marcos Echeverría resume la producción ofensiva del equipo de Gustavo Munúa, que se limitó a contener los avances del “xeneize”. Tarea que no logró cumplir con éxito.
“Bestia” también tendría revancha y sería el encargado de sentenciar la historia. “Los delanteros son los primeros defensores”, parece ser el refrán que define el estilo de juego de Merentiel, que tras interceptar un pase de Aranda, eludió a Facundo Sanguinetti y puso el 2-0.
Jabes Saralegui, en tanto, terminó de definir el marcador. El volante ingresó mano a mano frente a Sanguinetti y marcó su primer gol con el "xeneize".
Así, Boca consiguió un triunfo vital en el campeonato. Claro; el “xeneize” alcanzó los 12 puntos –a seis de Huracán- y buscará remontar la situación para ser uno de los protagonistas de la Liga Profesional. Pero, más allá de ello, Diego Martínez disfruta del presente de Cavani y espera que la racha goleadora no tenga fin.