El Festival de San Sebastián, uno de los más prestigiosos internacionalmente, tendrá este año en la competencia principal a un actor tucumano, Sergio “Negro” Prina, que será el “Chango” que acompaña a Leonardo Sbaraglia (el periodista José de Zer), en “El hombre que amaba los platos voladores”, de Diego Lerman.

Pero en otra sección del festival será una película realizada en El Mollar la que competirá, y en la que también trabaja “Negro” Prina.

Se trata de “Muña Muña”, de Paula Morel Kristof, que pudo realizarse en parte con el apoyo del Incaa y del plan de Fomento Audiovisual de la Ley Provincial N° 9.578 que el año pasado distribuyo $ 44 millones en alrededor de 20 proyectos.

La noticia llegó como un soplo de aire fresco, saludable por tanto, en un momento en el que el país y en esta provincia el cine es ninguneado y atacado, hasta con burlas. E, incluso, sin el cumplimiento de leyes en vigencia.

“Muña Muña”, ópera prima de Paula Morel Kristof, “El mensaje”, de Iván Fund y “Un cabo suelto”, de Daniel Hendler (coproducción con Uruguay, en la que también actúa “Negro” Prina) fueron tres de los seis trabajos seleccionados para WIP Latam, que se celebrará entre el 23 y el 25 de septiembre en el marco de las actividades de industria de la 72ª edición del Festival de San Sebastián (igualmente participan “Cuerpo Celeste”, de Chile, “Piedras preciosas”, de Colombia y “Si no ardemos, cómo iluminar la noche”, de Costa Rica).

La sección WIP tiene como objetivo fomentar la producción de cine latinoamericano y apoyar la finalización de películas en fase de postproducción, se indica.

El largometraje tucumano fue rodado durante dos semanas en El Mollar el año pasado, un espacio conocido de la directora, que declara en un diálogo con LA GACETA que le gusta hacer cine sobre temas y lugares que le son muy familiares.

Sinopsis

En la sinopsis que publica el festival español en su página oficial se indica que “Muña Muña” narra la historia de amor de una enfermera con un turista francés más joven mientras se prepara para la partida al extranjero de su hijo.

Olga es una mujer de 50 años que trabaja como enfermera en la sala hospitalaria de un pueblo de montaña del norte argentino. Navegará en las profundidades de su deseo para volver a encontrarse con ella misma. Desde hace años vive sola con su hijo Rubén, un joven que, cargado de ilusiones, está a punto de irse a estudiar al extranjero. Mientras Olga ayuda a su hijo a conseguir el dinero para irse, conoce a Stefano, un turista francés más joven que ella. La inminente soledad y la reciente relación de amor despiertan en Olga contradicciones y preguntas acerca de su propio deseo postergado.

Historia de amor

El planteo subraya el interés de la también guionista de “contar historias de amor, uno de los temas que más me interesan: el amor atravesado por la realidad, la vida cotidiana, el trabajo, la familia, la amistad, siempre desde una mirada femenina”, respondió cuando este diario le preguntó sobre su cine.

Más de cinco años estuvo trabajando en el proyecto, y el año pasado finalmente logró filmarlo en El Mollar. “Este es un lugar profundamente significativo para mí. Tengo una casa allí y he pasado todas las vacaciones de mi vida desde que era muy pequeña, ya que mi abuela era tucumana. La casa de Olga, la protagonista, es en realidad mi hogar de la infancia”, reveló.

Paula Morel Kistof estudió cine en Buenos Aires y está radicada en esa ciudad.

- ¿Crees que hay una tendencia autorreferencial en el cine argentino?

- El cine argentino siempre se vale mucho de lo autorreferencial. Seguramente por el diseño de producción al que nos tenemos que acomodar. Pero es hermoso utilizar los materiales que disponemos y narrar las historias propias para contarles a los demás. Con los pocos recursos que tenemos, el camino más viable es retratando el propio mundo o el mundo más cercano.

- Aquí, en esta provincia y región, sabemos qué es el muña muña. En Europa, difícil que se conozca.

- Es un yuyo que crece en esa zona de El Mollar, el Rodeo, en los valles pero en la película está resignificado un poco la función más popular. Hay una amiga de Olga, un personaje, que le dice que para desear una y otra vez, hay que tomarse un té de muña muña. Está realizado desde una mirada más femenina, por supuesto.

En Categoría A

Aporta informar que el Festival de San Sebastián tiene categoría A como el de Cannes, Berlín o Venecia, lo que revela la importancia de esta participación. Los seis títulos, cuatro de los cuales son primeras o segundas películas, optarán al Premio de la Industria WIP Latam y al Premio Egeda Platino Industria dotado con 30.000 euros para la productora mayoritaria de la película ganadora.

Javier Juliá y el Negro Prina, un programa para filmar

En la información oficial se indica que se trata de una producción de Oreja Le Burro (integrada por Agustín Toscano, Nicolás Aráoz y la misma Paula Morel Kristof, que también produjo “Barcos y catedrales”), con Liliana Juárez y Sergio Prina en los roles centrales.

El proyecto obtuvo dos premios en la última edición de La Mujer y el Cine (Argentina) y participó en el FAM de Florianópolis, Brasil, un encuentro específico de los países del Mercorsur.

La película incluye en el elenco a Ana Carina Estrada, Vincent Joel Degelcke, Sophie Tirouflet, Fernando Solórzano, Máximo Duilio Rossaroli, Eleonora Cohen Imach y Cynthia Avellaneda, entre otros actores y actrices.

En contexto

1.- La selección de la película de Morel Kristof pone de relieve que producciones pequeñas y no tanto, realizadas en el interior y en esta provincia, en particular, pueden tener un alcance mayor y una visibilidad más importante de lo que las autoridades oficiales del Incaa y del gobierno de Javier Milei hayan señalado en este último par de semanas, hasta burlándose de algunos títulos.

La desfinanciación total del Incaa se orienta en esa dirección, y a la destrucción del cine argentino, con la desaparición de la cuota de pantalla.

En otras palabras, las realizaciones argentinas tienen gran presencia en festivales nacionales e internacionales. Y crean memoria sobre todo, lo que es evidente que molesta a las autoridades como es el caso de los trabajos de Jonathan Perel (“Responsabilidad empresarial” y “Camuflaje”). No todas por supuesto.

2.- A la película “Muña Muña” le otorgaron $3 millones por la Ley Provincial 9.578. “Solo en El Mollar se volcaron $12 millones en catering, remises, equipo técnico, empresas del medio, hoteles, y alrededor de 50 personas del medio que trabajaron en la realización”, describió el cineasta Martín Falci en este diario (ver nota 16 de abril 2024).

Los datos oficiales del Ente Cultural llegaron meses después (hace un par de semanas) y confirmaron que se tomó el caso testigo de “Muña Muña” y que el aporte (ínfimo, en rigor) de $3 millones tuvo un volcado de $12 millones en El Mollar, como lo había informado Martín Falci en abril. Dinero que fue a parar a más de 40 puestos de trabajo, equipo técnico, utileros, carpinteros choferes, mecánicos y jardineros, entre otros. Según la directora el costo total se ubicó alrededor de U$S 250.000.

3.- Por la Ley 9.578 se le adeuda al cine local $ 315 millones (en valores de la actualización del año pasado). Nada de ese dinero se ha visto aún (ni siquiera el compromiso del Gobierno): el Ente Cultural y el Ministerio de Educación que le ha quitado la autarquía a aquel organismo, no han expresado públicamente alguna opinión al respecto. A pesar del reclamo de los cineastas, que sí han sido públicos.

Otros films

Está claro que “Muña Muña” se suma a un conjunto de películas que desde hace años vienen participando en distintas secciones del Festival de Cannes, como “Los Dueños”, “Sockett”, “El Motoarrebatador”, “La ausencia de Juana” y “Los aparatos de Mateo”. O en el Festival de Lituania en que “En vos confío” ganó el premio al mejor director.

Pero esta participación del film que se hizo en El Mollar se concreta en un momento de gran crisis, en el que pareciera que hay que demostrar el valor del cine como arte, como expresión, más allá de identidades locales o nacionales o del trabajo que genera como industria cultural.

Perfil de Paula Morel Kristof

Paula Morel Kristof estudió cine en la Universidad de Buenos Aires. Trabajó como productora de cine y televisión. En 2019 co-escribió y co-dirigió el cortometraje “Pequeña”, cortometraje ganador de festivales nacionales e internacionales. “Muña Muña” es su primera película como directora y guionista.
Integra, junto a Agustín Toscano y Nicolás Aráoz, la productora Oreja Le Burro.