Los gremios estatales esperan la convocatoria formal del Gobierno provincial para dar inicio a las paritarias que repercutirán en los haberes de más de 100.000 trabajadores de Tucumán. Y con la sanción de la Ley Bases y del Acuerdo Fiscal, la expectativa de los líderes sindicales es que el incremento salarial permita cubrir la canasta básica y superar la línea de la pobreza, según adelantaron a LA GACETA.

En el Poder Ejecutivo (PE) se alistan para esta rueda de conversaciones, que suele comenzar con el sector de la educación.

Los ministros Regino Amado (Gobierno y Justicia) y Daniel Abad (Economía y Producción) se reunieron el viernes para revisar las proyecciones de las finanzas públicas provinciales. “Este análisis es el primer paso para delinear propuestas de recomposición salarial, tal como nos encomendó el gobernador Osvaldo Jaldo, con el objetivo de mejorar las condiciones de los trabajadores dentro de nuestras posibilidades”, expresó Amado. Y añadió que esta será la cuarta ronda de negociaciones en nueve meses de gestión. “Al igual que en las tres recomposiciones salariales anteriores, haremos el mayor esfuerzo, esperando que esto también beneficie al comercio local, que sigue enfrentando una significativa recesión”, agregó.

Jaldo, en una rueda de prensa de la semana pasada, también se había referido a la nueva ronda de paritarias. “Este Gobierno tiene la sana costumbre de cumplir la palabra empeñada”, había expresado el gobernador.

Con impacto en el básico

Nora Yenad, referente de ATEP, explicó que junto a los demás miembros del Frente de Unidad Docente Estatal (FUDE) solicitaron la semana pasada una audiencia con el PE, aunque hasta el momento “ningún gremio ha sido convocado” para avanzar con la discusión salarial.

Según la dirigente sindical, los últimos acuerdos estuvieron “por debajo de la inflación, que cada vez más va comiendo el poder adquisitivo del trabajador”. “Esa es la realidad: vienen nuevos aumentos en servicios, quita de subsidios y estamos en un contexto económico bastante difícil. Si bien desde el Gobierno nacional están contentos porque la inflación es de un dígito, a nosotros nos parece que no hay nada que festejar: la inflación baja porque no hay consumo, y si no hay consumo es porque el poder adquisitivo no alcanza”, reflexionó.

Por ello, Yenad consideró clave que se logre “un acuerdo salarial que permita al docente tener calidad de vida”. “Nos hemos reunido en el Frente de Unidad Docente. Vamos por una mejora salarial significativa y siempre apuntando al aumento del básico, que hoy para el docente que se inicia está en $105.000 (a esta suma se agregan luego otros ítems). Si nos limitamos a un bono, es pan para hoy y hambre para mañana”, dijo la representante de ATEP. Y agregó que, junto a sus pares del frente gremial, están en el “proceso de análisis” para definir el porcentaje que se solicitará. “Hemos estado considerando en relación al sueldo actual y la canasta básico, y nos dejó muy preocupados”, agregó.

Jorge Flores, secretario general de ATE-Tucumán, también está a la espera de la cita en la Casa de Gobierno. “Tenemos expectativas. En las últimas negociaciones, se anunció que en agosto tendríamos un buen acuerdo”, señaló a LA GACETA.

El referente gremial detalló que “ningún trabajador gana menos de $502.000 de bolsillo”. “Estamos lejos, con sueldos por debajo de la línea de la pobreza. Esa es la vara que nos vamos a poner y el planteo que estamos sosteniendo”, adelantó.

Flores advirtió que, con los números actuales, “se hace imposible llegar a fin de mes”. “Lo peor fue cuando comenzaron las clases; los compañeros terminan endeudados”, indicó. Y consideró “mentiroso” el índice de inflación calculado por el Instituto Nacional de Censo y Estadística (Indec). “Dicen que vamos a tener menos del 4%, cuando compañeros que antes pagaban $20.000 de luz, ahora tienen boletas de $80.000. Y así también con el agua y otros servicios. Pero nos siguen dibujando una inflación que, según ellos, está bajando. Con lo que hoy se gana, hay que hacer malabarismos para llegar a fin de mes”, insistió. Explicó luego que este escenario fue planteado durante un plenario de ATE, la semana pasada. “Vamos a salir a pelear por sueldos que no estén por debajo de la línea de la pobreza”, expresó.

Francisco Osorio, referente de UPCN, señaló -en línea con los demás dirigentes gremiales- que todavía no hay fecha formal para la reunión con el Gobierno. “Nuestra expectativa es recuperar lo que venimos perdiendo desde octubre de año pasado, cuando fue la última negociación que se tradujo en porcentajes”, expresó Osorio.

El dirigente añadió que, en promedio, los estatales “quedamos con un sueldo de $500.000, cuando la canasta básica está muy por encima, en cualquiera de sus variantes”. “Con el sueldo que se cobra, el trabajador no llega ni a pagar las deudas; no hablamos de que alcance hasta fin de mes, con boletas de luz de $100.000, lo que llega de gas, el gasto en transporte”, enumeró.

Afirmó que Tucumán solía estar “entre los tres o cuatro sueldos de empleados públicos” a nivel nacional, pero “hoy nos han superado Salta, Jujuy y otras provincias”. “Debemos estar en mitad de tabla para abajo”, sostuvo. Osorio reconoció que están expectantes, más allá de este escenario. “En las anteriores discusiones salariales, el gobierno nos había pedido acompañamiento, en función de que se apruebe la Ley Bases y se recupere el Impuesto a las Ganancias”, recordó.