La historia de Martina Basgall Sequeira, una joven porteña de 18 años, es de esas que inspiran y asombran. Estudiante del colegio Carlos Pellegrini, no solo sobresale por su rendimiento académico, con un promedio de 9,36, sino también por su impactante labor social en diversas organizaciones. 

Martina fue elegida entre los 10 mejores estudiantes del mundo y compite por el prestigioso Premio Global Chegg.org, cuyo ganador recibirá U$S 100.000. Pero ¿quién es Martina y qué la hace tan especial?

Una trayectoria alineada con el esfuerzo y el compromiso

Nacida y criada en Villa Urquiza (Ciudad Autónoma de Buenos Aires), Martina no ha dejado que nada la detenga. Su jornada comienza antes del amanecer y termina bien entrada la noche. Sin embargo, lejos de agotarse, ella vive cada proyecto "con alegría", como mencionó en una entrevista con Clarín. Desde su participación en la construcción de viviendas con la organización TECHO, hasta su rol en la coordinación de una escuela de educadores ambientales, Martina combina estudios con tarea comunitaria con la misma intensidad.

Además de su participación en TECHO, es parte de una fundación que impulsa programas de jóvenes líderes y ha creado su propia iniciativa, "Democratizando Oportunidades". Por medio de esta cuenta en las redes sociales, Martina difunde posibilidades de voluntariado, becas y programas para jóvenes. El proyecto funciona en la cuenta @democratizando_oportunidades de Instagram.

¿De qué se trata el Premio Global Chegg.org?

El Premio Global Chegg.org para Estudiantes es un reconocimiento mundial que celebra a jóvenes que no sólo se destacan por sus logros académicos, sino que también impactan positivamente en sus comunidades. Este año, Martina compite con otros nueve estudiantes de países tan diversos como Canadá, México, Turquía y Brasil. El ganador será anunciado en septiembre durante la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, un acontecimiento al que tiene previsto asistir el presidente argentino Javier Milei.

Este premio, organizado por la Fundación Varkey y Chegg.org, destaca a estudiantes que estén generando un impacto real en el aprendizaje, y en la vida de sus compañeros y comunidades. Es un galardón que celebra la excelencia académica y el compromiso social, algo que Martina encarna a la perfección.

Competencia internacional y el sueño de hacer historia

Martina no es la primera argentina en llegar tan lejos en este concurso. En ediciones anteriores, otros jóvenes argentinos, como Nicolás Monzón en 2023, también han llegado a la final. 

Entre sus competidores se encuentran jóvenes igualmente comprometidos con sus comunidades, como Alanna Sethi de Canadá, Max Han de Malasia y Raphael Stark de Hawái, por nombrar algunos. La competencia es feroz, pero Martina no pierde la esperanza. Después de todo, ya ha superado a más de 11.000 estudiantes de 176 países para llegar donde está.

En el camino quedó el otro finalista argentino, Ian Valentín Gottlieb Godoy Garraza. Se trata de un estudiante de Ingeniería Química de 20 años, que ha combinado su recorrido académico con el arte, el deporte y el compromiso ciudadano. A los cuatro años comenzó a estudiar danza clásica y recibió el premio René Favaloro al terminar la primaria. Superó el bullying, una experiencia que lo enseñó a actuar por convicciones propias. En la natación, logró destacarse entre los ocho mejores nadadores del país en su categoría. Durante la pandemia, se refugió en la escultura y el aprendizaje en línea, lo que lo llevó a ganar junto a sus compañeros la instancia local del Nasa Space Apps Challenge en dos ediciones consecutivas. Esto les permitió desarrollar una aplicación para la detección y monitoreo de incendios en la Argentina con participación ciudadana. Ian también conduce un programa en la Radio Universidad Nacional de La Plata donde cuenta historias inspiradoras de vida.

El futuro planificado 

Aunque todavía no sabe si ganará el premio, Martina ya tiene claro su futuro. Planea estudiar Ciencias Políticas en la Universidad de Buenos Aires y ha aplicado para una beca en la Universidad Di Tella para cursar Relaciones Internacionales. Su sueño es seguir combinando su pasión por el estudio con su vocación social, algo que ha definido su vida hasta ahora.

Martina también aprovecha cada oportunidad para agradecer a quienes la han apoyado en su camino, especialmente a sus profesores y autoridades del Carlos Pellegrini. En palabras suyas, ellos han sido fundamentales para llegar hasta donde está hoy.

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