Fue calentando motores hasta que logró una velocidad crucero. Tuvo que vencer el pánico escénico de la primera vez, pero sin perder de vista que sus palabras no eran propias, sino de un conjunto de productores que necesitan decir las cosas de frente, pero también generar una sinergia con el sector público. El debut en el atril de José Frías Silva (h), presidente de la Sociedad Rural de Tucumán, tuvo todos los condimentos. En su mensaje de apertura oficial de la 59 Edición de la Expo Rural, el dirigente expuso lo difícil que resulta a cualquier productor mantenerse de pie frente a las adversidades. Y las detalló apenas arrancó su mensaje: sequías, plagas, heladas y márgenes que no alcanzan, “dejando todo para sacar los mejores cultivos; enterrando grandes sumas de dinero sin saber si las va a recuperar”. Ahí nomás, subió el tono para poner en evidencia que ese productor juega a pleno por su actividad y que es, además, la base sustentable de un país. “A las coyunturas se las surfea”, indicó a renglón seguido.

Frías Silva rememoró y reconoció la impronta de los históricos dirigentes, pero también ponderó las nuevas generaciones que germinan en el ateneo ruralista. Tras esas palabras, encontró el hueco para colar la primera definición política de la noche: “hoy tenemos la difícil tarea de dirigir la institución, con un gobierno (nacional) que ideológicamente no nos castiga y de a poco va desregulando todas las burocracias en la producción”. El presidente de la Rural llamó al presidente Javier Milei como un “gran aliado de la producción”, al que apoyan, “para sacar adelante, en conjunto, a la Argentina”.

El anfitrión no dudó en calificar de crítica a la situación que vive la actividad. Detalló que, en caña de azúcar, se esperaba más producción, pero por las heladas no se alcanzaron los niveles previstos inicialmente. “Los precios no acompañan en este momento”, acotó. Pero también trazó una línea divisoria contra las prácticas que afectan al conjunto de la sociedad. “Queremos dejar en claro que los productores serios y responsables no recurren a la quema de sus cañaverales”, enfatizó. Esa práctica causó algunos cortes en el servicio de electricidad por la afectación del fuego al tendido de la red de alta tensión.

En presencia del vicejefe de Gabinete de Interior, Lisandro Catalán, Frías Silva expuso que es crucial con un marco político claro en materia de biocombustibles, con el fin de que establezca “una hoja de ruta para aumentar la mezcla con combustibles fósiles, y defina un mecanismo transparente para la fijación de precios”.

Aquella crisis que mencionó también abarca al limón que, como enunció, está afectado por la sobreoferta global de producción, a la que se le agrega la diaphorina, vector de la bacteria HLB.

También se refirió a la soja y al maíz. “Con este nivel de retenciones el negocio de granos en nuestra región no cierra por ningún lado”, denunció. Pero, además, en el caso del maíz, el NOA y el NEA no saben cuánto se sembrará por el problema del achaparramiento. “Se juntaron tres situaciones complejas: el achaparramiento, la sequía y los bajos precios. El resultado es de una intención de siembra muy baja”, continuó. Para el productor, soja sobre soja es inviables. “Lamentablemente el norte tiene un esquema de siembra que venía funcionando y ahora se ve afectado. En el norte argentino es muy difícil producir sin rotaciones”, expuso.

Asimismo, Frías Silva destacó la labor de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres, del doctor Eduardo Virla y su equipo por el combate contra la chicharrita, y la actuación del comité “Salvemos el maíz”.

Otro pasaje del mensaje fue dedicado a las nuevas reglamentaciones impuestas por la Unión Europea para impedir la comercialización y exportación de productos que estén asociados a la deforestación y la degradación forestal (reglamento 1115). “No deberían dictarnos cómo producir. Eso limitaría el crecimiento futuro de las regiones del NOA y NEA.  Aquí, producimos de manera equilibrada y lo demostramos con hechos. Prácticas como la siembra directa, las rotaciones, el MBGI (Manejo de Bosques con Ganadería Integrada), entre otras, son testimonio de nuestro compromiso con la sostenibilidad”, expresó. Dijo que todos se preocupan por cuidar la tierra al recordar una frase: “la tierra no es herencia de nuestros padres, sino préstamo de nuestros hijos”. “En el mundo hay muchas bocas para alimentar, si ellos no quieren nuestros alimentos, debemos buscar otros mercados”, fundamentó.

Al hablar de infraestructura, el presidente de la Rural indicó que es fundamental tener caminos para la producción. “Las décadas de abandono que se produjeron en Tucumán, dejaron los caminos colapsados e intransitables”, apuntó. Dijo que se están estudiando modelos de consorcios camineros, pero acotó que el Gobierno provincial le hizo una contrapropuesta similar, que arrancará en Cruz Alta y Burruyacu.

Como sus antecesores, Frías Silva también se quejó de la presión impositiva, al considerar que la provincia es uno de los distritos que más tributos tiene, aunque ponderó la adhesión de la gestión del gobernador Osvaldo Jaldo al Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI). “Debemos pelear contra la informalidad, pero lamentablemente la voracidad fiscal no deja alternativa para ser rentable en alguno rubros”, agregó.

Así como hubo críticas, también se enumeraron reconocimientos, como la aplicación de la alícuota cero para la comercialización de productos en la Expo, una situación inédita a lo largo de la historia de la muestra. Frías Silva terminó su mensaje de 25 minutos tal como lo arrancó, con un tono político. Recordó que la Sociedad Rural fue pionera en impulsar la discusión sobre la modificación de la Constitución Provincial. “Nos complace que hoy este tema esté en el centro del debate público”, expresó.