Tras los bombardeos contra posiciones de Hezbollah en el sur del Líbano, Israel se preparaba al cierre de esta edición ante posibles ataques por parte del grupo terrorista. Con esto, la tensión en Medio Oriente alcanzó un punto de máxima alerta.

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) advirtieron ayer de posibles ataques en las próximas 24 horas.

Hezbollah elevó a 17 el número de sus terroristas muertos en el bombardeo que lanzó el viernes el Ejército israelí en la periferia de Beirut, entre los que se encuentran dos altos cargos, el comandante Ibrahim Aqil y Ahmed Wahbi, dirigente del cuerpo de élite Fuerzas Radwan.

“La cadena de mando militar de Hezbollah ha sido desmantelada casi por completo. Continuaremos operando contra cualquier organización terrorista que represente una amenaza para nuestros civiles en todos los frentes”, aseguró el Ejército en un comunicado acompañado de una imagen con los rostros de media docena de altos cargos del grupo caídos en los once meses de enfrentamientos.

Los ataques israelíes, no obstante, continuaron ayer. El Ejército informó que decenas de aviones de combate atacaron objetivos del grupo terrorista en el sur de Líbano.

En este contexto, el Mando del Frente Interior (HFC, por sus siglas en inglés) emitió nuevas restricciones para evitar riesgos ante la posibilidad de que impacten más proyectiles lanzados desde territorio libanés debido a la escalada del conflicto. En el norte del país, en las regiones de Galilea y los Altos del Golán, las autoridades limitaron las reuniones a 30 personas como máximo en zonas abiertas y a 300 en el caso de edificios o lugares desde los que haya acceso a “espacios protegidos” o refugios.

“Las actividades educativas se pueden realizar en un lugar desde el cual se pueda llegar a un espacio protegido estándar y las playas estarán cerradas al público”, señaló el Ejército israelí.

Por su parte, Estados Unidos instó a sus ciudadanos en El Líbano a salir del país ante la escalada de violencia en la región. El Departamento de Estado de Estados Unidos elevó el nivel de alerta a categoría cuatro, de “no viajar”, e instó a todos sus ciudadanos en el país a abandonar el territorio mientras haya vuelos comerciales disponibles, luego de que las autoridades de Beirut reconocieran que la situación se tornó “delicada y peligrosa” y requiere de “un estado de constante vigilancia y preparación total”.

Según la prensa hebrea, Netanyahu celebrará consultas de seguridad con ministros y altos funcionarios de Defensa en el cuartel general de Tel Aviv.

A la par, Israel ordenó cerrar parcialmente su espacio aéreo en la ciudad costera de Hadera -a unos 80 kilómetros de la zona caliente- por 24 horas, mientras que, en tierra, se dispusieron restricciones en reuniones, actividades educativas y uso de espacios públicos, en un intento por limitar los riesgos de posibles impactos de proyectiles enemigos.

Tras semanas de advertirlo, Israel finalmente comenzó esta semana con la nueva fase de la guerra en la que, tras desbaratar las operaciones de Hamas en la Franja de Gaza, desplazó el foco de sus ofensivas al norte, desde donde bombardea objetivos terroristas de Hezbollah en el país vecino. Las maniobras comenzaron con explosiones de walkie-talkies y beepers de la formación enemiga, a lo que le siguieron ataques aéreos masivos de las Fuerzas de Defensa.