Un joven de 18 años fue imputado por subir imágenes editadas con inteligencia artificial (IA) de sus compañeras de escuela a un sitio porno.

El fiscal de Violencia Familiar y de Género, Pablo Cuenca Tagle, resolvió la imputación por el delito de “lesiones graves calificadas por el contexto de género” del adolescente cuya identidad no se difunde para resguardar a las víctimas. La figura penal lo coloca, en caso de condena, a una pena que parte de los tres años hasta los 10 años de prisión.

“No es un chiste” opinó una de las fuentes consultadas. Si bien hay quienes subestiman este tipo de acciones y los interpretan como picardías, para la Justicia constituyen un agravio muy pesado porque genera lesiones psicológicas en las víctimas difíciles de superar.

En efecto, se consideró especialmente el daño psíquico que provocó a las estudiantes la difusión de sus nombres e imágenes y las consecuencias que trajeron aparejadas las publicaciones en el sitio ´Poringa´. Ellas se enteraron porque comenzaron a recibir mensajes con propuestas sexuales y acoso de terceros.

Todo sucedió a comienzos de julio de este año. Tanto el agresor como las víctimas concurren a la Escuela Superior de Comercio Manuel Belgrano.

Desde el día en que ellas se enteraron de que sus nombres e imágenes, elaboradas con fotomontaje, estaban publicadas en el sitio pornográfico, tomaron intervención las autoridades convocando a los padres. El alumno no volvió a las clases presenciales. Como está en el último año del secundario tampoco podrá participar de los actos conclusivos del ciclo ni del viaje de egresados.

Inmediatamente, varias de las jóvenes se dirigieron al Polo de la Mujer para hacer una presentación.

Dos adolescentes víctimas decidieron denunciarlo en sede penal y se constituyeron en querellantes, patrocinadas por el abogado José D´Antona. El expediente está a cargo del fiscal Cuenca Tagle.

Apenas se presentó la primera denuncia, el fiscal dispuso la restricción de acercamiento a las víctimas y ordenó allanamientos en los domicilios del joven, secuestró dispositivos electrónicos, los abrió y los peritos analizaron el contenido.

Ya se concretaron las pericias psicológicas a una de las víctimas y al imputado.

Con toda la prueba recolectada, en los próximos días el joven será indagado.

La segunda adolescente formalizó la denuncia recientemente y su caso comienza a ser analizado.

En paralelo, en todos aquellos casos donde las víctimas no presentaron una denuncia penal interviene la ayudante fiscal de la Unidad Judicial de Delitos contra la Integridad Sexual, Marina Victoria.

La funcionaria también imputó al joven por “hostigamiento digital”, agravado por el género y la edad de las víctimas. Es una figura contravencional que prevé penas de trabajo comunitario o multa.