Un estudio reciente realizado por Forbes Health y OnePoll entre 2.000 usuarios estadounidenses de redes sociales arrojó datos sobre cómo estas plataformas afectan la percepción que las personas tienen de su sonrisa, con un impacto particularmente significativo en la autoestima de las generaciones más jóvenes.
La encuesta puso de manifiesto que más de la mitad de los encuestados (53%) compara su sonrisa con la de otros usuarios en redes sociales, cifra que se dispara al 72% cuando se trata específicamente de la Generación Z (en este caso, nacidos entre 1997 y 2012). Más preocupante aún resulta que el 45% de los participantes manifestó que las redes sociales perjudican la confianza en su sonrisa: las mujeres se ven más afectadas que los hombres (53% contra 35%).
La investigación también mostró que el 56% de los encuestados intenta ocultar su sonrisa en diversas situaciones, mientras que el 34% específicamente evita mostrar sus dientes en las fotografías. El 15% admitió haber editado la apariencia de sus dientes antes de publicar fotos en redes sociales.
Mayor uso, mayor comparación
La marcada diferencia generacional en el uso de plataformas como Instagram, Snapchat y TikTok explica en gran medida estos resultados. Según datos del Centro de Investigación Pew, los adultos entre 18 y 29 años tienen una probabilidad 20% mayor de usar Instagram que los Millennials (nacidos entre 1981 y 1996), y el doble de probabilidades de utilizar Snapchat y TikTok.
Presión por el cambio
El estudio reveló que más de un cuarto de los encuestados (26%) se ha sentido presionado a realizar cambios en su sonrisa debido a las redes sociales, ya sea mediante blanqueamiento casero o alineadores dentales. Esta presión es significativamente mayor en las generaciones más jóvenes: 47% en la Generación Z y 34% en Millennials en comparación con el 22% en la Generación X (nacidos entre 1965 y 1980) y apenas el 12% de los Baby Boomers (nacidos entre 1946 y 1964).
Impacto psicológico
La doctora Sabrina Romanoff, especialista consultada en el estudio, advirtió sobre las consecuencias psicológicas de esta tendencia: "las redes sociales han llevado a los más jóvenes a creer que la perfección no sólo es alcanzable, sino algo común, ya que están bombardeados diariamente con las vidas 'aparentemente perfectas' tanto de extraños como de sus pares". Esto deriva en mayores niveles de ansiedad social, temor a la evaluación negativa y, consecuentemente, mayor aislamiento.
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