La creencia de que los médicos suelen tener letra ilegible ha sido motivo de chistes y quejas, pero ¿qué tan cierta es esta percepción? Muchos se preguntan si es una falta de cuidado; una consecuencia de la falta de tiempo o, simplemente, un rasgo inherente a los profesionales de la salud, como si se tratara de un “lenguaje encriptado” entre médicos y farmacéuticos. Diversos estudios y opiniones de expertos han intentado dar respuesta a este fenómeno de la grafología. Y aunque no todos los médicos escriben mal y avanzan las recetas digitales, la caligrafía ilegible puede representar un riesgo en la atención al paciente.

La ciencia detrás de la "mala letra médica"

Estudios científicos llevan abordando este tema desde hace décadas, sugiriendo que los médicos suelen tener una escritura difícil de comprender en parte por la rapidez con la que redactan las recetas y en parte por la alta carga de trabajo que enfrentan. Un análisis realizado en los Estados Unidos demostró que, aunque no es una característica exclusiva de los médicos, su letra puede empeorar cuando trabajan bajo presión o cuando están sometidos a jornadas laborales extensas. La necesidad de escribir rápidamente durante la carrera también parece influir, ya que el hábito de tomar notas rápidas se convierte en costumbre a lo largo de los años.

Estudios realizados en Suiza y en el Hospital de Cook County en Chicago señalaron que más de la mitad de las recetas analizadas presentaban dificultades de legibilidad. En algunos casos, los errores de interpretación por parte de farmacéuticos llegaron a ser tan graves que se administraron medicamentos incorrectos. Incluso existen registros de casos en los que la caligrafía ilegible contribuyó a cometer errores mortales. Estos eventos han impulsado el avance de sistemas de prescripción digital, aunque las recetas a mano siguen siendo comunes, especialmente en algunas consultas privadas.

La letra... con humor entra

Los memes se han ocupado de bromear sobre la escritura inentendible de los médicos. En 2019, una receta se viralizó en Twitter (hoy X) luego de que los usuarios trataran de adivinar qué decía la línea que había plasmado el profesional. Rápidamente se acumularon respuestas desopilantes y el humor popular cristalizó el debate en una serie de memes. A continuación, una selección de esas creaciones.

MEME I. Posibles interpretaciones para esta letra de médico:
MEME II.
MEME III. Otra interpretación para la línea encontrada en la receta que se viralizó. / CAPTURA DE X

Latín y poder

Un artículo publicado en Univisión en 2017 aborda el origen histórico de esta peculiar caligrafía y la causa de que los médicos escriban en una especie de lenguaje secreto. Según este artículo, el fenómeno se remonta a la época en que los médicos y farmacéuticos escribían en latín.

La nota de Univisión menciona que el ensayo "The Name of the Illness" de Annemarie Mol, etnógrafa, filósofa y profesora de Antropología del Cuerpo en la Universidad de Ámsterdam, profundiza en la relación entre el lenguaje y la práctica médica. Mol argumenta que los médicos, al escribir de forma abreviada y prácticamente ilegible, están imprimiendo en su escritura una forma de poder y autoridad. Es decir, la caligrafía y el uso del latín en los tiempos antiguos les otorgaba una especie de “poder simbólico”, lo que los diferenciaba del resto de la población. Así, la receta se convertía no sólo en una herramienta de comunicación entre médicos y farmacéuticos, sino también en un símbolo del conocimiento especializado al que sólo algunos tenían acceso.

Este uso del latín y de términos complicados en las recetas no sólo aseguraba que el común de la gente no entendiera completamente el diagnóstico o el tratamiento, sino que reforzaba la idea de que únicamente el médico y otros profesionales de la salud tenían la capacidad de “traducir” esa información a algo comprensible. En otras palabras, esta jerga médica consolidaba la relación de dependencia de los pacientes hacia el médico, una relación en la que el médico es el poseedor de un conocimiento casi sagrado o arcano, inaccesible para quien no pertenece a ese mundo, algo que también podría extenderse a otras profesionales, como la de los abogados.

En su obra, Annemarie Mol revela cómo la práctica médica, y en particular, la forma de escribir de los médicos, fue construyendo esta dinámica de poder en la relación entre doctor y paciente, una relación que aún hoy se mantiene en cierto nivel. Mena menciona que esta es una de las claves para entender por qué, incluso cuando no existe una razón práctica para escribir de forma ilegible, muchos médicos siguen haciéndolo. No se trataría sólo de una cuestión de rapidez o de falta de cuidado, sino de una tradición que ha quedado en el inconsciente colectivo de la profesión médica.

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