En los últimos seis meses, la chicharrita del maíz hizo que los productores transitasen una montaña rusa de opiniones y de emociones: consideraron no sembrar, o disminuir la superficie, o mantenerla o, incluso, aumentarla. “Lo cierto es que estamos el último tramo; falta un poco más de un mes para que se inicie la siembra, por lo cual debemos focalizarnos en las claves que siempre llevamos como estandarte: eliminar los puentes verdes y evitar las siembras anticipadas”, destacó Daniel Frascarolo, miembro del comité Salvemos al Maíz.
Como es de público conocimiento, las pérdidas de producción ocasionadas por el complejo de microorganismos que transmite Dalbulus maidis y que causan el achaparramiento del maíz fueron altamente significativas en la campaña 23/24. “Debido a ello, y a pesar de que todos los productores conocen el gran valor que tiene el cultivo en el sistema de producción, en ese momento se plantearon muchas opiniones, con relación a sembrar o no maíz en la campaña 24/25. Algunos pensaban en no hacerlo; otros, en reducir drásticamente la superficie, y otros, sobre la base del análisis de diferentes estrategias -basadas, principalmente, sobre la evolución de las poblaciones del vector-, decidieron esperar a ver con qué niveles se llega a fines de noviembre, para ejecutar un plan ‘A’, ‘B’ o ‘C’... alternativas entre mantener el área y bajarla el 100%”, contó el experto.
Numerosas instituciones provinciales y nacionales, públicas y privadas, vienen trabajando en el tema, alineadas en el mismo objetivo: salvar el maíz. “El comité Salvemos al Maíz viene haciendo una serie de recomendaciones de alcance regional, que nos permitan convivir con la problemática y producir maíz satisfactoriamente. Debido a la complejidad del tema, desde el primer momento pensamos que debemos trabajar coordinadamente todos los integrantes de la cadena”, señaló Frascarolo.
Añadió que las recomendaciones aludidas surgen del conocimiento que existe en los ámbitos nacional e internacional sobre el vector y sobre las enfermedades que transmite. “Sabemos que estamos frente a un problema poblacional de la plaga y que trabajar para que las poblaciones del vector no crezcan descontroladamente es clave. Obviamente no es simple, ni depende de estrategias aisladas y/o individuales”, remarcó.
Situación actual
Las poblaciones de Dalbulus maidis se mantuvieron bajas o muy bajas durante el invierno y la primera parte de la primavera. Sin dudas las heladas tuvieron efecto sobre estas, como así también la falta de plantas de maíz. “Esta situación motivó y está motivando a muchos productores a repensar la campaña. Al que no pensaba sembrar maíz ya se lo escucha que considera sembrar algo; el que estaba analizando reducir mucho el área sembrado ahora piensa en no disminuirla tanto; y están los que planean mantener todo como lo venían haciendo hasta ahora”, puntualizó el especialista.
A raíz de ello, consideró clave en este momento eliminar puentes verdes mediante el vacío sanitario y el control de plantas ‘guachas’ o Voluntarias. “Es importante reconocer el gran esfuerzo que hicieron muchos productores y empresas semilleras al evitar siembras de invierno y primavera (de julio a noviembre); este tipo de siembras se redujeron de manera significativa”, afirmó.
Frascarolo admitió que si bien se implantaron cultivos en la región con diferentes finalidades, la caída en la superficie resultó muy importante. “Aunque estas fechas de siembra no son recomendadas creemos que se debe estar muy atento, hacer monitoreos y realizar controles ante la presencia de la Dalbulus maidis, ya que en esas situaciones no quedan otras alternativas para intentar, al menos, atenuar la población”, dijo.
Señaló, además, que durante octubre se registraron precipitaciones muy por encima de los valores normales en muchas zonas; y que para los próximos días están pronosticadas nuevas lluvias. “Esto puede motivar a siembras anticipadas de maíz; sugerimos no hacerlas antes de fines de noviembre. Incluso sembrar una parte puede resultar muy peligroso, ya que esa porción puede funcionar como un puente verde en futuras siembras; para ese productor, y para todos los demás”, alertó.
También contó que se generalizaron nacimientos de plantas “guachas” en lotes, en cabeceras, pegados a silos bolsa, en caminos, etcétera. “Sabemos que los productores y los técnicos están muy atentos a los monitoreos y a los informes de la red nacional de trampas amarillas; y que por ahora no se observan localidades con crecimiento importante de población de la plaga. Pero también sabemos que en muchas localidades ya se observan en plantas guachas adultos y ninfas de Dalbulus maidis, por lo que es el momento de prestar mucha atención al control de las plantas ‘guachas’”, pidió.