Los números le sonríen a la gestión del presidente Javier Milei, que celebra el resultado del primer tramo del blanqueo, la suma de reservas para el Banco Central y la baja de la inflación. Sin embargo, la pregunta que se hace el mercado es: ¿hasta cuándo dura el carry trade? Desde hace un tiempo, Marina Dal Poggetto, directora ejecutiva de EcoGo Consultores, viene sosteniendo que ese “carry es más local, porque de afuera viene poquito” y que la clave de todo el sistema de reconstrucción de la confianza de la Argentina pasa por la consolidación fiscal.
“Mi lectura es esa. Los números continúan mostrando consistencia fiscal y eso es clave; denota el compromiso con la consolidación fiscal”, indica Dal Poggetto a LA GACETA durante una charla telefónica previa a su intervención en el Primer Congreso NOA del Instituto Argentino de Ejecutivo de Finanzas, que se hará el miércoles en esta ciudad.
La economista cree que el discurso libertario inicial se fue modificando, como aquel que decía que el peso, la moneda nacional, era excremento. Reconoce que la inflación sigue en la senda descendente y que, según los cálculos de EcoGo, en octubre puede dar un 2,8%. En uno de sus recientes informes, la consultora ha observado ciertas contradicciones del programa que se instrumenta a nivel nacional. Menciona por caso, que el dólar se volvió a atrasar, que los vencimientos de la deuda en pesos son altos y que las reservas del Banco Central aún son negativas, lo que implica dependencia del cepo cambiario. Al respecto, Dal Poggetto reconoce que las restricciones no son las mismas de la que existían cuando Milei asumió el poder el 10 de diciembre del año pasado. Hubo medidas que fueron flexibilizando el régimen. La convergencia del dólar financiero con la cotización del oficial se acelera: pasó de un 50% en agosto hasta un 20% que se observa en la actualidad. A criterio de la economía, son los dólares del blanqueo de capitales los que empezaron a recircular en la economía, a través del crédito bancario en moneda extranjera. Por esa razón, el mercado puso sus ojos en cuatro situaciones que se descoordinaron entre mayo y junio cuando el Banco Central dejó de adquirir dólares para el sostenimiento del blend, y que se ordenaron:
• La entidad monetaria vuelve a comprar divisas, aunque las reservas brutas estén cercanas a los U$S 29.000 millones y las netas se ubican en torno de los U$S 6.000 millones. “Asimismo, hay unos U$S 8.500 millones de depósitos en las sucursales bancarias a la espera de saber qué hacen los que participaron con ellos en el régimen de regularización de capitales.
• El Gobierno sigue mostrando el compromiso con el déficit financiero cero, tras el ajuste en las erogaciones que, hasta agosto pasado, estaban en torno de 5,3 puntos porcentuales del Producto Bruto Interno.
• La inflación cayó al 3,5% durante septiembre y, de acuerdo con las últimas proyecciones de la consultora, el Índice de Precios al Consumidor de octubre se ubicaría en torno del 2,8%.
• La imagen de Milei tiende a estabilizarse, tras la caída que registró en las encuestas durante septiembre. El freno al rechazo al veto de la Ley de Financiamiento Universitario es una clara evidencia de la desorientación en la que se encuentra la oposición.
La clave ahora pasa por establecer hasta cuándo la sociedad tolerará el ajuste y cuáles serán las expectativas económicas que vislumbra el Gobierno para llegar, con cierta holgura política, a las elecciones de medio turno del año que viene. “Todo parece indicar que el discurso oficial pasa porque la economía siga acompañando con resultados y demostrar así que el populismo no vuelve más”, dice Dal Poggetto.