La Justicia impuso en Mar del Plata una pena de 12 años de prisión al conductor de un auto que, bajo los efectos del alto consumo de alcohol, y mientras circulaba a casi 180 kilómetros por hora en pleno casco urbano de la ciudad, atropelló y mató a dos automovilistas.

Roberto Núñez, de 32 años, y Mariana Malvina Juárez, de 40, fueron las víctimas de Fernando Martín González, que llegó a esta instancia privado de libertad y continuará en esa condición hasta que cumpla la condena fijada por el Tribunal Oral en lo Criminal N°3 del Departamento Judicial Mar del Plata.

El fallo fue dividido, pues uno de los jueces consideró que se trataba de un hecho que debía ser encuadrado en la figura de homicidio culposo agravado, en tanto que sus dos colegas coincidieron en aplicar una figura más grave: la de homicidio con dolo eventual.

Es el monto de pena más alto que se haya aplicado en el Departamento Judicial Mar del Plata por un siniestro vial con pérdida de vidas humanas. Los máximos anteriores nunca superaron los 8 años. Incluso cuando se dio un caso con tres muertes, una madre y sus dos hijos pequeños, también atropellados por un automovilista.

González, ahora condenado, había intentado durante el juicio oral y público un descargo para aliviar su situación procesal. Además de admitir su responsabilidad y culpabilidad, dejó ante los jueces una expresión de dolor por lo vivido y provocado: “Ojalá me hubiera muerto yo”, dijo.

El test de alcoholemia que se le practicó apenas ocurrió este siniestro, a la altura del paseo costanero y Avenida Constitución, en el extremo norte de la ciudad, marcó 1,96 gramos de alcohol por litro de sangre.

En su declaración frente a los magistrados reconoció que esa noche, en la casa de un amigo, había tomado un litro de cerveza y tres vasos con whisky en un contexto “de estrés”, ya que estaba afrontando una mudanza que lo tenía muy preocupado.

El hecho se produjo el 25 de febrero de 2023 y desde entonces el acusado permanece alojado en la Unidad Penal 44 de Batán por pedido de la querella, representada por el abogado Maximiliano Orsini, y del fiscal Rodolfo Moure.

La representación legal de los familiares de Juárez y Núñez había pedido una pena más dura: reclamaba y esperaba 16 años de cárcel en función de la magnitud y gravedad del caso.

Los jueces Juan Manuel Sueyro, Fabián Riquert y Federico Wacker Schroder consideraron a González culpable del delito de doble homicidio con dolo eventual. Tomaron en cuenta situaciones agravantes como el consumo de alcohol en gran escala.

En los peritajes también surgió presencia de marihuana o similar, pero luego se pudo determinar que no tenía que ver con un consumo de cigarrillos, sino que recurría a gotas de cannabis para aliviar su situación nerviosa. En cuanto al hallazgo de restos de THC, se consideró que el mismo puede, como indicó González en su defensa, haber sido producto del consumo de gotas de cannabis para combatir el estrés y que no se probó que haya tenido influencia en su accionar.

Se tuvo en cuenta el exceso de velocidad –iba a 180 kilómetros por hora y pasó tres semáforos en rojo–, el lugar donde ocurrió el hecho (la avenida costera), la nocturnidad (el hecho se produjo casi a las tres de la madrugada), la pluralidad de víctimas y la extensión de daño.

En ese recorrido que realizó al volante de su automóvil, previo a impactar a los motociclistas, González había circulado a altísima velocidad sin respetar señales de tránsito dispuestas en ese sector de la ciudad. Los registros de cámaras de seguridad computan por lo menos tres semáforos en rojo.