El uso excesivo de la tecnología está agravando la crisis de salud mental entre los niños, adolescentes y jóvenes. Así lo revela el Estudio sobre la Percepción de la Salud Mental en Adolescentes realizado por la aseguradora DKV en colaboración con la comunidad de padres Educar es Todo. Otro dato que alarma es que más de la mitad de los encuestados usaron internet para sentirse mejor cuando estaban solos, tristes o enojados.
El estudio se basa en una muestra de 1.475 adolescentes de entre 10 y 17 años, 1.630 padres y madres, y 105 docentes. Los resultados advierten que “cuanto mayor es la percepción de uso incorrecto de la tecnología por parte de los adolescentes, mayor es el índice autopercibido de trastornos emocionales”.
El cuestionario reveló que las tecnologías están interfiriendo en los hábitos cotidianos de los adolescentes. El 40% come o cena viendo pantallas. El 89,5% de los encuestados reconoció tener dificultades para controlar el tiempo de uso de la tecnología, mientras que 7 de cada 10 adolescentes usa el celular la mayor parte del tiempo cuando está con amigos.
Fernando Campos, consejero de DKV Seguros, señaló que “el bienestar mental de los jóvenes es uno de los retos más urgentes de nuestra sociedad”.
Desatentos, hiperactivos, infelices y menos empáticos
El estudio también correlacionó el uso excesivo de los dispositivos con la mayor percepción de problemas de conducta, incluidos síntomas emocionales como preocupación, infelicidad y nerviosismo. Los docentes, por su parte, indicaron que el mal empleo de la tecnología está asociado con problemas de comportamiento y distracción en el aula.
Otra conclusión que se observa es que los adolescentes con adicción tecnológica tienden a ser más desatentos, hiperactivos e infelices, además de mostrar menos empatía. Es importante recordar que los problemas de salud mental tienen repercusiones en la salud física y la calidad de vida en general.
Sugerencias de los psicólogos
Los psicólogos educativos Silvia Álava y Rafa Guerrero destacaron la importancia de identificar y prevenir la adicción a las pantallas. Entre las recomendaciones para un uso saludable de la tecnología se incluye evitar el uso antes de los tres años, y limitar el tiempo a 30 minutos diarios para niños de 3 a 5 años, siempre bajo supervisión. También se aconseja establecer un contrato claro con el primer dispositivo para asegurar el acceso y control parental.
Carmen Llopis, directora de Educar es Todo, subrayó el compromiso de su comunidad con la identificación de factores que afectan negativamente a la salud mental de los adolescentes, así como con la sensibilización sobre este tema creciente. “Los datos son cada vez más preocupantes y debemos actuar para asegurar un futuro más saludable para las próximas generaciones”, afirmó.
El informe finaliza con un llamado a los padres para que sean modelos a seguir en el uso de la tecnología y adopten medidas preventivas para proteger el bienestar emocional de sus hijos. “Es esencial que los padres comprendan su papel y tomen medidas para guiar a sus hijos en el uso adecuado de la tecnología”, concluyó Álava.