En 1988 se comenzó a usar el término Astronomía Cultural. La Astronomía Cultural, a diferencia de la Astronomía no estudia los objetos del cielo, sino la relación de ellos con aspectos de la vida cotidiana.

Se podría decir que el hombre observó el cielo desde siempre. Lo hacían para saber cuándo sería la época de lluvias para sembrar, por ejemplo, cuando todavía se sabía poco acerca del Sistema Solar, del movimiento de los planetas y del Universo. Necesitaban definir, de alguna manera, las fechas y el tiempo. Aunque existen hoy los relojes, los calendarios y los pronósticos meteorológicos, mucha gente sigue guiándose por esos conocimientos ancestrales, especialmente en el campo. El hombre no solo observó el cielo con fines prácticos, también tenía que ver con la religión y el culto. Muchas tumbas y sitios ceremoniales tienen orientaciones relacionadas con el Sol, la Luna y las estrellas. También observaron eventos astronómicos como los eclipses, las conjunciones, etc. que tenían significados importantes. Algunas culturas, como los Mayas, lograron predecir los eclipses con gran exactitud.

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La etnoastronomía trata de explicar la relación entre la astronomía y la cultura, tanto en pueblos antiguos como actuales y cómo los distintos grupos étnicos tienen concepciones sobre el cielo. La etnoastronomia es parte de la astronomía cultural.

Todo eso parece que no tiene que ver con la vida cotidiana de las personas. La gente que vive en el campo suele tener un conocimiento importante sobre cómo usar el cielo para sus actividades, generalmente es un conocimiento que se ha transmitido de generación en generación. También hay religiones que usan el cielo para fijar algunas celebraciones, como Semana Santa que se determina con la Luna y el equinoccio o el sabbat o shabat de los judíos que es un día de descanso que comienza el viernes por la noche y termina el sábado por la noche y se relaciona con la salida de las estrellas.

Los que viven en las ciudades también usan el cielo, quizás, sin estar muy conscientes de ello. En verano se sabe en qué lugar hay sombra, que no es el mismo que en el invierno y esto tiene que ver con el movimiento aparente del Sol visto desde la Tierra.

El avance de la tecnología hace que se necesite menos saber del cielo. Con un celular, no demasiado sofisticado, se tiene casi toda la información que reemplaza a estos conocimientos, por lo que se van a ir perdiendo y es necesario documentarlos.

La astronomía es una ciencia interdisciplinaria. En el estudio de los objetos del cielo participan físicos, astrónomos, matemáticos, etc., sin dejar de lado los ingenieros que diseñan y construyen telescopios, satélites, cámaras y todo el instrumental necesario para observar el cielo. La astronomía cultural incluye, además, arqueólogos, historiadores, sociólogos, antropólogos y arquitectos entre otros. Es un gran desafío el trabajo entre personas de áreas tan diferentes.

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Como expone la Unión Astronómica Internacional en su plan estratégico 2020-2030, la astronomía es “una combinación única de ciencia, tecnología y cultura” que juega un importante rol en la sociedad moderna. Sin dudas la astronomía es mucho más que mirar el cielo.