Crossfit para adultos mayores: "Lamento no haberme animado antes"

La frase de Mauricio, uno de los asistentes al gimnasio de Jujuy 740, resume el sentimiento de quienes como él decidieron no sólo seguir una rutina de ejercicios, sino también compartir un espacio de motivación y de compañía.

Crossfit para adultos mayores: Lamento no haberme animado antes La Gaceta / fotos de Analía Jaramillo
Por Mariana Segura y Ariane Armas 14 Marzo 2025

A Alberto Pérez Cazzullo su hijo lo invitó a cambiar su vida. Él aceptó, pero con una condición... “Mi hijo Pablo es profesor de crossfit y siempre me invitaba a sumarme, pero a mí me daba vergüenza”, confesó. Con 69 años, el hombre sentía que no encajaba entre la gente joven que suele haber en esas clases. Sin embargo, su deseo de mantenerse activo lo llevó a proponerle al instructor abrir un grupo especial de entrenamiento para adultos mayores. Y esa idea se convirtió en realidad hace un par de semanas.

Una vez superada de la barrera de la vergüenza y la timidez, todo lo demás fue posible. Hoy, rodeado de compañeros de su franja etaria en un gimnasio de calle Jujuy 740, Cazullo encontró no solo una rutina de ejercicios de fuerza apropiada para él, sino también un espacio de motivación y compañía en el que van a su ritmo, con la confianza de que clase a clase ganan fuerza y salud.

Superar el miedo y la vergüenza

El caso de Alberto no es aislado. Muchos adultos mayores sienten que los gimnasios no están pensados para ellos, y por eso tardan en dar la oportunidad de iniciarse en ese mundo.

Un ejemplo de ello es Mauricio. Él tiene 85 años, hipertensión, diabetes, y le colocaron un marcapasos. “Vine por consejo de mi médico”, comentó y advirtió que lamenta no haberse animado antes.

“Era fundamental que haga este tipo de prácticas, para mejorar mis condiciones físicas porque realmente uno a veces no se da cuenta, pero con el paso del tiempo ya no funcionan bien las articulaciones o hay músculos que no son movilizados como corresponde”, remarcó.

¿Cuesta? “Por supuesto que sí”- admitió- “aunque no es un sufrimiento”. “Pasé muchísimos años sin hacer nada, dedicado a trabajar nada más y sin preocuparme por mi cuerpo y mi salud, por lo que era fundamental que empiece a hacer algo así”, consideró.

Algunos malestares fueron los que llevaron a José Bazán, por su lado, a probar con esta clase que pone a prueba su fuerza. “No dudé y me inscribí porque físicamente me sentía mal. No tenía fuerza en brazos, piernas y lo único que hacía era caminar”, relató.

El hombre de 70 años recuerda que en su juventud hizo ciclismo, trote y algo de pesas. “Ahora el profesor nos exige hasta lo que uno puede. Yo trato de dar mi máximo porque es de la única manera de superarme día a día”, reflexionó para luego invitar a más gente adulta a probar el ejercicio de fuerza. “Es muy aconsejable que no se queden quietos porque la masa muscular se pierde con el tiempo y esto nos ayuda a mantenernos”, cerró.

Aceptar el desafío

Para Lucas Reñoque, el profesor a cargo del grupo, el secreto está en la paciencia y en adaptar los ejercicios a las necesidades de cada alumno. Su intención es derribar el mito de que a cierta edad, sólo es aconsejable hacer cardio.

“Muchos piensan que el crossfit no es para ellos, que solo pueden salir a caminar. Pero está demostrado que sí pueden hacer muchas cosas más, con peso, sin peso, con el propio cuerpo”, describió.

Este es un desafío para el que él se siente preparado, ya que antes trabajó con personas en situación de vulnerabilidad, lo que le dio un tacto que no todos desarrollan. “Me eligieron para esta clase porque soy el más paciente. Los cuido y ayudo uno por uno, para que no se sientan exigidos ni inseguros”, contó.

Durante el primer día de estas clases, además, Reñoque les consultó si tenían algún problema, si les costaba respirar, si tenían afecciones cardíacas. “Me dijeron: ‘me duele acá’, ‘tengo un marcapasos’, ‘me duele la pierna’. Todo eso lo tomo en cuenta para planificar la clase”, aseveró el profesor.

“La gran diferencia con los jóvenes es que ellos se entrenan por rendimiento, por destrezas. En cambio, en el caso de los adultos mayores, el enfoque es mejorar su calidad de vida”, subrayó.

Consejos médicos

Trabajo fundamental: la médica deportóloga, Alejandra Rigourd, acentuó que lejos de cualquier vieja creencia, el trabajo muscular es fundamental a mayor edad. “Previene caídas, lesiones, osteopenia, osteoporosis. Es imprescindible que toda persona adulta haga ejercicio de fuerza, no solo cardio”, afirmó.

La profesional de la salud, indicó en ese sentido que el crossfit no está contraindicado, pero tiene que ser progresivo. “Antes de cualquier rutina hay que evaluar el estado osteoarticular y muscular, ya que no es lo mismo una lesión en un joven que en un adulto mayor, que puede terminar en fracturas o problemas en la columna”, advirtió.

La médica, recalcó también nunca es tarde para empezar. “Hay gente de 60, 70, 80 años en competencia, porque han entrenado progresivamente. Una persona  con fuerza tiene más autonomía para caminar, vestirse, cocinarse, vivir sin depender de otros”, argumentó Rigourd, quien recordó la frase de una atleta anciana que le resuena con frecuencia al aconsejar este tipo de ejercicios.

“Irma Gautrain, runner de 84 años, una vez dijo: ‘Más zapatillas y menos pastillas’ y es muy cierto”, rememoró en relación a las mejoras que ven aquellos adultos mayores que encuentran en el ejercicio su mejor medicina.

Es que el entrenamiento de fuerza no es exclusivo de los jóvenes, y cada repetición es una inversión en autonomía, salud y autoestima. Porque la verdadera fuerza no se mide en kilos levantados, sino en la capacidad de seguir moviéndose con independencia y seguridad.

Tips para evitar lesiones: desde los más jóvenes hasta los más grandes, practicar alguna actividad física es clave para mantenerse saludable. Sin embargo, si el interés se despierta por los ejercicios de fuerza, la médica Rigourd, dejó algunos consejos que deben seguirse para evitar algún daño físico en el intento, como por ejemplo, realizar controles médicos. Allí se debe revisar el sistema osteomuscular, osteoarticular y muscular. “Esto determinará la carga de peso que cada uno pueda utilizar, que deben ser recetadas tal y como se recetan los medicamentos”, refirió.

“Una vez que todo eso está definido, las personas deben empezar por lo básico”, señaló. Con esto, la deportóloga se refiere a ganar tono muscular, ejercitar el equilibrio, el control del impacto para luego progresar hacia los ejercicios de fuerza.

“En ese momento uno puede empezar con un entrenamiento funcional básico, donde trabaje con bandas, con conos, realice trabajos de coordinación, de psicomotricidad, y avanzar en las cargas hasta alcanzar a un nivel de crossfit, que es alto rendimiento”, ahondó.

Y finalizó: “en consultoría a todos les digo que una actividad física y muscular bien indicada, solo trae beneficios”.

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