Hoy será la última función del Grupo de Teatro de Jóvenes del Ente Cultural de Tucumán, que cerrará el año con “Una libra de carne”, la revisión del dramaturgo argentino Agustín Cuzzani del drama clásico de William Shakespeare “El mercader de Venecia”.
La reposición será a las 21 en la sala Orestes Caviglia (San Martín 251), con entrada libre y gratuita y dirección general y adaptación del texto de Lilian Mirkin al frente de un numeroso elenco (ver “El equipo creativo”), mientras que la composición musical original es de Fernando Flores Blasco, y los efectos de sombras, de Teatro al Manubrio.
“Esta obra invita al público a reflexionar sobre un dilema ético y humano que, aunque planteado siglos atrás, sigue siendo profundamente actual. Cuzzani reimagina el célebre conflicto shakespeariano del mercader inflexible y lo sitúa en el contexto de la Argentina para dejar en evidencia la hipocresía y la crueldad de la sociedad”, señala Mirkin .
El texto fue presentado años atrás por el Grupo, aunque con otro elenco (todos los años se reciben nuevos participantes que quieren sumarse a la experiencia teatral vocacional en el Ente). “La elegí nuevamente porque ofrece la oportunidad para que los actores y actrices se conecten con un texto profundo y crítico. El personaje núcleo, Elias Beluver, es un oprimido trabajador ahogado en la imposibilidad de prosperar económicamente; está consumido por la explotación laboral, las deudas y la falta de apoyo en su entorno. Por más que intente y se esfuerce, sacrificando hasta su salud para llegar a fin de mes, cae engañado en las manos sucias de la usura y termina acorralado por un ser despiadado que no duda en exigir literalmente su libra de carne en un tribunal. Se ha reflexionado mucho con el elenco sobre los temas que se abordan y se encontraron muchas similitudes con la situación actual del país”, le dice a LA GACETA.
- ¿En qué registro montaste la obra?
- La puesta apunta a un montaje del texto apoyado en el trabajo coral y gestual de los actores que sostienen, grupalmente, una rítmica espacial, sonora y visual. Tiene un tono sátiro que nos permite abordar los personajes como estereotipos caricaturescos que no se compadecen con el drama del protagonista. La obra se erige como una aguda crítica a las desigualdades del capitalismo, exponiendo la deshumanización y la injusticia que lo definen como sistema.
- Para algunos artistas implicará el cierre de una etapa...
- En este grupo de jóvenes adolescentes hay una camada de actores que despide su trayectoria con “Una libra...”. Pasaron seis o siete años ya en el elenco y varios y varias pronuncian el deseo de seguir profundizando sus estudios en el teatro en los niveles universitarios.
- ¿Hace cuánto que funciona este proyecto?
- Llevamos 13 años ininterrumpidos con el Grupo del Ente, hemos consolidado un hacer que ya es reconocido y valorado por el público general. Hemos superado la pandemia creando desde el hogar hacia el universo digital; hemos armado un documental filmado desde el escenario, con apoyo del departamento de Medios Audiovisuales, cuando cumplimos los 10 años del proyecto. Hemos abordado textos de Williams Shakespeare, Oscar Wilde, Lewis Carrol, James Barrie, Homero, Bernardo Canal Feijó, Oscar Quiroga, Nicolás Aráoz, Ana Di Lullo y Liliana Bodoc. Hemos realizado 19 espectáculos a sala llena, incentivando el amor por el teatro.
- ¿Qué implica subirse a un escenario?
- El arte tiene el poder para transformar al individuo y prepararlo para una sociedad más libre y así más justa también. La Educación Artística tiene que generar semillas de pensamientos que hagan florecer con más fuerza nuestra cultura. Este espacio para niños, niñas y jóvenes adolescentes se renueva año a año con las incorporaciones de nuevos aspirantes, que ineludiblemente quedan encantados con todo lo que les ofrece el teatro.