¿Qué hacemos con el celular?, es la pregunta que traspasó los límites de las escuelas para llegar a la Legislatura de la provincia. El jueves fue sancionado el dictamen en la comisión de Educación que restringirá el uso de pantallas por parte de los estudiantes en las instituciones. Solo se podrá usar con fines pedagógicos, por emergencias médicas o seguridad.

Celulares en las aulas: Tucumán, ante el desafío de equilibrar tecnología y educación

El experto en innovación y gestión educativa, Juan María Segura, analizó el tema con LA GACETA.

- En términos generales y a juicio mío, es una iniciativa que va en la dirección contraria hacia donde va el mundo. Desde hace 30 años que se avanza hacia un modelo de acceso a la información mucho más abierto y menos mediado. Me parece que las autoridades tucumanas están tratando de resistirse a esa tendencia histórica y planetaria. Es contraria a los principios de la época, una intención aspiracional.

- ¿Cómo se lleva a la práctica una regla de este estilo?

- Si uno decide hacerlo, se daría una situación de este estilo: ’Yo quiero que mis hijos sean felices y ¿cómo se hace que un padre logre que sus hijos sean felices? Ni idea, pero lo impongo por ley´. Creo que las autoridades no comprenden la época en la que vivimos.

El principal problema es creer que un aula ahora puede seguir manteniendo, vía normativas y la buena intención de los legisladores, rasgos de una institución que se pensó con otras tecnologías para otra época.

- ¿Esta pretensión es inviable en la práctica?

- Totalmente inviable y, además, totalmente incontrolable. Vamos a suponer que lo imponga por fuerza de ley la Legislatura. Si se habilita el uso pedagógico dentro de un aula, que es uno de los tres que se contemplan. ¿Cómo verifica el docente que 25 chicos con sus teléfonos, efectivamente estén justo en la aplicación en donde quiere que estén trabajando? Es imposible y solamente se va a intensificar el problema.

- ¿Cuál es el marco que no están teniendo en cuenta?

- El 92% de los argentinos accede diariamente a internet, lo que da un promedio de nueve horas y media por día. Ese es el marco actual y me parece que cualquier buena intención para implementar en la escuela tiene que entender antes el marco dentro del cual se pensará. Es más un grito de auxilio que una normativa bien pensada.

-¿Por dónde tendrían que encaminarse los funcionarios para que esta problemática sea controlada?

- Creo que hay que separar por edades. Teniendo en cuenta cómo está organizado el sistema escolar a nivel institucional considero que, en nivel inicial, no hace falta que tengan un teléfono celular, pero sí me parece acorde que trabajen con pantallas. Con juegos digitales, por ejemplo. Los juegos virtuales pueden ayudar a chicos, en una temprana edad a absorber conocimiento desde lo lúdico. Además, ayudaría a maestros, a equipos docentes y a directivos a encontrar patrones y abordajes de aprendizaje para esos alumnos. Sin ninguna duda, podrían empezar a interactuar con pantallas con total naturalidad.

-¿Cómo se controla el desbalance que puede haber en el uso de esa tecnología?

Se controla generando interés por otros espacios, por otras temáticas, por otras dinámicas. No se controla atándola y desconectándola o vaciándola. Se la controla por oposición, se la controla porque hay otras cosas que son más divertidas que eso.

-¿Qué debe hacer el docente?

El desafío es encontrar, diseñar y desplegar otros espacios con otras dinámicas que hagan atractivo bajar el celular y prestar atención a eso. No es verdad que un docente no pueda competir contra un celular. Un mal docente contra un celular pierde siempre, de eso no tengo duda.

- Ventajas y desventajas

- Una ventaja sería ganar la atención de los alumnos y, la principal desventaja será desaprovechar una herramienta poderosa como es el celular.

Aunque sabemos que, si un alumno te mira no significa que te presta atención, la restricción permitirá al docente sentir que tiene un mejor gobierno sobre lo que acontece en el aula. Otra ventaja sería recuperar la socialización de los estudiantes. Y una más, es que la currícula definida por los directivos podría ser cubierta gracias a esto.

Encuesta: Tucumán restringirá los celulares en las escuelas ¿estás de acuerdo?

- ¿Se piensa en una clase con menos interrupciones?

- Exacto. El docente, tendría, supuestamente, un mejor control de los procesos. La desventaja es que se estará diseñando un aula aburridísima para los chicos porque ellos hoy no consumen contenidos de esa manera, sino de una forma multiatencional y fraccionada.

- ¿Se tiene que adaptar el contenido educativo a esa nueva forma de atención?

- Si. Parece confuso, pero mientras un chico consume material supuestamente académico, a su vez, está prestando atención a otros muy distintos. Esta norma que plantean en Tucumán, crea la ficción de que el docente retomará lo esencial del sistema cuando, en el fondo, lo único que estás haciendo es refugiarse en una tradición que funcionó en otro entorno y es obsoleta ahora.