El deporte no solo es fundamental para mantener una buena condición física, sino que también ocupa una función clave en el bienestar de la salud cognoscitiva. Miles de estudios científicos demuestran que el ejercicio tiene impacto directo en la capacidad de almacenar recuerdos.
Expertos sostienen que la práctica deportiva estimula cambios fisiológicos en el organismo, fomenta la producción de sustancias químicas que promueven la formación de nuevos vasos sanguíneos en el cerebro. Además ayuda a la reducción del estrés, la ansiedad y la depresión.
¿Cómo ganar músculo después de los 50? Este es el ejercicio idealLa técnica de entrenamiento en el gimnasio que ayuda a fortalecer la memoria
Un estudio llevado a cabo por científicos de la Universidad de California en Santa Bárbara, comprobó que sesiones de entrenamiento de menos de 30 minutos son las que brindan mayores beneficios cognitivos.
Los resultados demostraron que la práctica de ejercicio intenso en un breve lapso de tiempo, como el entrenamiento por intervalos de alta intensidad (HIIT), pueden mejorar significativamente las funciones neurológicas, como la memoria y el procesamiento de la información.
Cuáles son las otras actividades que previenen la pérdida de memoria
Ciclismo: es una de las actividades más completas cuando se trata de mejorar la salud del cerebro. Al ser un deporte aeróbico, favorece la oxigenación de todo el cuerpo, incluyendo el cerebro, lo que ayuda a mejorar la memoria y las funciones cognitivas.
Pedalear de manera regular aumenta el flujo sanguíneo cerebral, lo que promueve la regeneración de las células cerebrales y refuerza la capacidad de concentración y toma de decisiones.
Yoga: Las diferentes posturas y ejercicios de respiración que se practican en yoga activan tanto el cuerpo como la mente, mejorando la memoria, la concentración y la claridad mental.
Un estudio de Universidad de California (UCLA) reveló que las personas de 55 años o más que se inscribieron en un programa de 12 semanas que consistía en una hora semanal de un tipo de yoga meditativo, junto con 12 minutos de meditación en casa, mostraron mejoras considerables tanto en la memoria verbal como en la memoria visual espacial.
Baile: un estudio realizado por New England Journal of Medicine a adultos mayores durante más de 20 años, halló que bailar regularmente “redujo el riesgo de demencia en un 76%”.
Otro de los beneficios que promueve el baile es la socialización, otro factor clave en la prevención del deterioro cognitivo. Participar en clases de baile en grupo o en actividades recreativas permite mantener la mente activa y vinculada a un entorno social, lo que ayuda a evitar el aislamiento, un factor de riesgo para enfermedades como el Alzheimer.
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