El Planetario Galileo Galilei, en Buenos Aires, estrenó el pasado viernes "Travesía intergaláctica: La Ciudad Hidroespacial de Gyula Kosice". Una experiencia audiovisual inmersiva que fusiona creatividad, ciencia y avances tecnológicos. Con la ayuda de inteligencia artificial, la propuesta revive la obra emblemática del artista argentino Ferdinand Fallik, más conocido como Gyula Kosice, pionero del arte hidrocinético y visionario de mundos futuros.
Un viaje a las estrellas desde la imaginación
Desde su infancia en Checoslovaquia hasta su vida en Argentina, el cielo estrellado marcó profundamente la obra de Kosice. Esta experiencia permite al público recorrer visualmente Saturno, Marte, la Luna y hasta Arturo, la estrella que inspiró su revista homónima. Con recursos tecnológicos avanzados, incluso se recreó la voz del artista, que guía al espectador en este viaje hacia la Ciudad Hidroespacial, su utopía flotante que desdibuja los límites entre realidad y ficción.
Ciencia y arte: un diálogo infinito
"La humanidad no termina en la Tierra", afirmaba Kosice, quien dedicó décadas a explorar cómo podría ser la vida más allá de nuestro planeta. La Ciudad Hidroespacial, concebida como un espacio poético y circular, busca expandir los horizontes de la sensibilidad humana. La obra explora la interacción entre tecnología y arte, planteando preguntas sobre el futuro de la humanidad y el impacto de la imaginación en la ciencia.
Un estreno que conectó con todas las edades
El público quedó cautivado por la propuesta. “Me fascinó cómo combinaron historia, ciencia y tecnología”, opinó Josh, de 43 años. Gaia, de 5, se emocionó al encontrar un unicornio en la constelación imaginaria, mientras que Micaela, de 11, soñó con ciudades robóticas. "Kosice es un adelantado a su tiempo", destacó Max Pérez Fallick, director de la función y nieto del artista, quien recordó cómo su abuelo ya exploraba temas como inteligencia artificial en los años 90. La producción, realizada por el Planetario en colaboración con Malba, UxArt y la Fundación Kosice, logró adaptar archivos analógicos a formatos digitales avanzados. Esto permitió proyectar animaciones en formato fulldome y replicar elementos como la voz del artista. La propuesta busca no solo honrar el legado de Kosice, sino también invitar al público a repensar el vínculo entre arte y ciencia.