WASHINGTON, Estados Unidos.- El magnate Elon Musk calificó a la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) como una “organización criminal”, mientras que el presidente Donald Trump dijo poco después que está “dirigida por lunáticos radicales” y que está reconsiderando su futuro, es decir que piensa cerrarla.

En esa línea actuó ayer el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, cuando anunció que, como nuevo jefe interino de Usaid, pondrá fin a la “insubordinación” en esa entidad de ayuda humanitaria.

“Soy el director interino de Usaid”, dijo Rubio a los periodistas en su visita a El Salvador, al señalar que el nivel de “insubordinación” que hay en esa agencia “hace imposible efectuar una especie de revisión seria”.

Rubio, que apoyó la ayuda exterior como senador, dijo que muchas de las funciones de Usaid continuarán, pero la acusó de actuar como si fuera una “entidad no gubernamental independiente”. “En muchos casos, Usaid participa en programas que van en contra de lo que intentamos hacer con nuestra estrategia nacional”, dijo.

La dependencia encargada de la ayuda humanitaria estadounidense “ha sido dirigida por un puñado de lunáticos radicales, y vamos a sacarlos... y entonces tomaremos una decisión”, dijo Trump sin dar más detalles.

Como parte de una de sus primeras decisiones tras regresar a la Casa Blanca el 20 de enero, Trump congeló las ayudas de Washington a otros países por tres meses mientras se comprueba si ese gasto responde a los intereses del país.

Por su parte, Musk aseguró en su red social X que “Usaid es una organización criminal”, al responder a un video en el que se acusa a esa dependencia de presuntamente estar involucrada “en trabajos sucios de la CIA” y en la “censura de internet”.

El dueño de SpaceX fue más allá en otro mensaje. Sin presentar pruebas, preguntó a sus 215 millones de seguidores: “¿Sabían que Usaid, usando SUS impuestos, financió investigaciones de armas biológicas, incluido el covid-19, que mató a millones de personas?”. El empresario no dio más detalles sobre tales acusaciones, que funcionarios de la anterior administración del demócrata Joe Biden habían vinculado a una campaña de desinformación rusa.

Desde que Trump detuvo las ayudas internacionales, los trabajadores humanitarios afirman que hay mucha incertidumbre y que el impacto de la medida ya se siente entre los más vulnerables del mundo.

Al mando del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, siglas en inglés), Musk recibió la tarea de Trump de recortar los empleos del gobierno y lo que considera gastos innecesarios. Algunos reportes indican que el mandatario republicano quiere incorporar la Usaid a la estructura del Departamento de Estado.

La cuenta de la agencia en X fue desactivada, confirmó la agencia AFP, y su sitio web seguía sin funcionar el domingo.

La Usaid, una entidad independiente creada por una ley del Congreso, tiene un presupuesto de 42.800 millones de dólares destinados a ayuda humanitaria y a asistencia al desarrollo en todo el mundo.

La cadena estadounidense CNN informó que dos altos funcionarios de seguridad de la Usaid recibieron una baja forzosa después de que impidieran al personal del DOGE acceder a documentos clasificados.

DOGE también solicitó consultar los archivos del personal y el sistema de seguridad de la sede de la agencia, según ese medio, que citó a varias fuentes.

En un nuevo avance del poder interno del magnate tecnológico, los colaboradores de Musk tomaron el control del sistema de pagos del Tesoro estadounidense, encargado de distribuir billones de dólares en fondos federales, una medida denunciada por políticos demócratas como “extremadamente peligrosa”.

“La corrupción y el despilfarro están siendo erradicados en tiempo real”, afirmó el hombre más rico del mundo.

El sistema de pagos de la Oficina de Servicios de Rentas del Departamento del Tesoro gestiona el flujo de fondos federales, incluidos seis billones de dólares cada año para el fondo público de pensiones, el programa de seguro médico Medicare, los salarios federales y otros gastos esenciales.

Según “The Washington Post”, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, dio su bendición a la toma de control, que sólo fue posible luego de que un alto funcionario fuera puesto en licencia administrativa tras negarse a entregar las llaves del sistema a los equipos de Musk.