El presidente Donald Trump hizo un anuncio sorprendente al afirmar que Estados Unidos tomará el control de la Franja de Gaza, una propuesta que podría "cambiar la historia", según el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

El republicano volvió a pedir a los palestinos que abandonen el territorio asolado por la guerra y se vayan a vivir a países como Egipto y Jordania, a pesar de la oposición de estos últimos y de los propios palestinos. "Estados Unidos tomará el control de la Franja de Gaza y también haremos un buen trabajo en ella", aseguró.

"La poseeremos y seremos responsables de desmantelar todas las peligrosas bombas sin explotar y otras armas que hay en este lugar", afirmó junto a Netanyahu, con quien se reunió en la Casa Blanca.

Según él, Estados Unidos va a "nivelar el lugar y deshacerse de los edificios destruidos" para desarrollar económicamente el territorio y tener "una cantidad ilimitada de empleos y viviendas para la gente de la zona".

No especificó cómo piensa hacerlo. Se limitó a decir que es un proyecto "a largo plazo" y que otros países le comentaron que están encantados con la idea. "No es una decisión tomada a la ligera", sostuvo, y afirmó que le gustaría convertir el territorio en "la Costa Azul de Oriente Medio".

"No debería pasar por un proceso de reconstrucción y ocupación por las mismas personas que realmente estuvieron allí y lucharon por ella y vivieron allí y murieron allí y vivieron una existencia miserable allí", señaló.

Polémica

Hace unos días Trump indignó a parte de la comunidad internacional proponiendo "limpiar" la Franja de Gaza con el traslado de los palestinos a lugares "más seguros" como Jordania y Egipto, que lo han descartado de plano.

El enviado palestino ante la ONU recalcó que los dirigentes mundiales deben "respetar" los deseos de los palestinos. Los habitantes de Gaza también condenaron esa idea. "Trump piensa que Gaza es un montón de basura, por supuesto que no", declaró Hatem Azam, de 34 años, un habitante de la ciudad sureña de Rafah, a AFP.

El presidente estadounidense se atribuyó el mérito de la primera fase de seis semanas de la tregua alcanzada entre Israel y el grupo islamista palestino Hamás, después de más de 15 meses de combates y bombardeos.