De Tucumán hasta Los Ángeles, la historia de Matías Jiroe puede tomarse como un ejemplo de perseverancia y, por supuesto, pasión por la música. El joven actualmente trabaja como productor en Universal Music, pero su recorrido estuvo marcado por esfuerzo, aprendizaje y oportunidades que supo aprovechar.

Jiroe recuerda a LA GACETA que su amor por la música comenzó en 2002, cuando empezó a tocar la guitarra con un profesor en Tucumán. Luego, su formación continuó con Álvaro Quintero, quien lo preparó para postularse a Berklee College of Music. En 2011, gracias a una beca, llegó a la prestigiosa universidad en Boston, donde se especializó en producción musical e ingeniería de audio.

“Nunca había visto una universidad con tanta música moderna y contemporánea. La mayoría de las escuelas de música en ese momento eran de música clásica”, cuenta Jiroe sobre su decisión de elegir Berklee.

La preparación no fue fácil. Tuvo que realizar una audición en Boston y obtuvo la beca que le permitió estudiar allí. En 2014, se graduó y formó una banda llamada People the Kangaroo, con la que logró reconocimiento internacional cuando un videoclip suyo fue seleccionado por GoPro y compartido en sus redes, además de aparecer en Rolling Stone Argentina y Chile.

El salto a Los Ángeles y el trabajo con artistas reconocidos

En 2016, Jiroe se mudó a Los Ángeles para trabajar en la industria musical. Aunque inicialmente su banda se disolvió por diferencias personales, él continuó su camino como productor.

“El rol del productor musical hoy en día no es solo dirigir, sino también armar arreglos, guiar al artista y hasta crear la canción desde cero en la computadora”, explica.

Entre sus primeros grandes proyectos, Jiroe colaboró en una canción con Snoop Dogg, California Party. “Trabajé con un productor llamado Jun Lee y armé las partes de guitarra para la canción. Fue una experiencia inesperada y emocionante”.

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El ingreso a Universal Music y nuevos desafíos

En 2019, a través de la plataforma Jumpsuit, fue invitado a un workshop en Universal Music. Allí, su talento llamó la atención de Mayira, una ejecutiva de la compañía, quien le dio su primera oportunidad.

“El primer proyecto fue hacer versiones en español de canciones de los Bee Gees. Me tocó Stayin' Alive y la adaptamos a un estilo cumbia”, cuenta Jiroe. Esa canción quedó registrada en el catálogo de Universal para futuras producciones audiovisuales.

Desde entonces, ha trabajado con artistas como Alex Cuba, la rapera mexicana Niña Dioz y Francisca Valenzuela, entre otros. Su música ha sido parte de producciones de ESPN y del show The Baker and the Beauty de ABC, que luego pasó a Netflix.

Desafíos y sueños por cumplir

Para Jiroe, el mayor desafío fue adaptarse a una nueva ciudad y abrirse camino en un ambiente altamente competitivo. “Es distinto a crecer en el lugar donde trabajás, donde ya tenés contactos. Acá hay que hacerlos desde cero”, concluye.