El estado de salud del papa Francisco continúa siendo delicado luego de sufrir una prolongada crisis respiratoria asmática, lo que obligó a los médicos a suministrarle oxígeno de alto flujo. Así lo informó el último parte médico difundido por la Sala de Prensa del Vaticano.
Los estudios de laboratorio revelaron que el Pontífice presenta trombocitopenia, una disminución en el número de plaquetas en sangre, asociada a un cuadro de anemia. Ante esta situación, los especialistas decidieron administrarle transfusiones sanguíneas para estabilizarlo.
A pesar del aumento del malestar y los dolores en comparación con la jornada anterior, el Santo Padre se mantuvo lúcido y pasó la mayor parte del día en su sillón. No obstante, el pronóstico médico sigue siendo reservado, lo que genera gran preocupación en el Vaticano y entre los fieles en todo el mundo.
Francisco permanece internado en el hospital Gemelli de Roma, donde recibe cuidados intensivos. Su evolución en las próximas horas será clave para determinar los próximos pasos en su tratamiento.
¿Qué es la trombocitopenia?
La trombocitopenia es un trastorno caracterizado por una reducción anormal en el número de plaquetas en la sangre. Estas células cumplen un rol fundamental en la coagulación, ya que permiten la formación de coágulos para detener hemorragias en los vasos sanguíneos dañados.
Posibles causas
Esta condición puede estar provocada por diferentes factores, entre ellos:
Trastornos en la médula ósea, como la leucemia o insuficiencia medular.
Infecciones virales graves, como dengue, hepatitis o VIH.
Déficit de nutrientes esenciales, como vitamina B12 y ácido fólico.
Enfermedades autoinmunes, como el lupus o la púrpura trombocitopénica idiopática (PTI).
Efectos secundarios de ciertos medicamentos, incluidos los de quimioterapia y algunos antibióticos.
Problemas en el hígado o el bazo, que pueden acelerar la destrucción de plaquetas.
Síntomas
Las señales de alerta pueden manifestarse de diversas formas, entre ellas:
Aparición de hematomas sin causa aparente.
Sangrados nasales frecuentes.
Encías que sangran con facilidad.
Pequeñas manchas rojas en la piel (petequias).
Hemorragias prolongadas tras heridas leves.
En casos severos, sangrados internos evidenciados por sangre en la orina o en las heces.
Tratamiento
La terapia varía según la causa y gravedad del cuadro. En casos leves, puede no ser necesario ningún tratamiento. Sin embargo, en situaciones más complejas, se pueden requerir:
Transfusiones de plaquetas.
Corticoides o inmunosupresores si la condición es autoinmune.
Suspensión de medicamentos que interfieran con la producción de plaquetas.
Tratamiento de la enfermedad subyacente.
En el caso del papa Francisco, la trombocitopenia ha sido vinculada a un cuadro de anemia, por lo que los médicos optaron por transfusiones sanguíneas con el objetivo de estabilizar su estado.