El Sindicato de Camioneros, encabezado por Hugo Moyano, se prepara para una nueva ronda de negociaciones salariales que promete ser un punto de tensión con el gobierno de Javier Milei.
A partir del próximo jueves 13 de marzo, el gremio comenzará las conversaciones oficiales con las cámaras empresariales para acordar el aumento salarial correspondiente al período marzo-mayo. En este contexto, Moyano ya adelantó que la principal demanda será la recuperación de lo perdido frente a la inflación, lo que podría generar un conflicto con las restricciones impuestas por el Ministerio de Economía nacional, a cargo de Luis Caputo.
Según los representantes de Camioneros, la propuesta para este trimestre será un aumento de 1,5% o 2% por la inflación acumulada durante el trimestre anterior, que quedó por debajo de la suba de los precios. A esto se sumará un reclamo de entre 7% y 8% para el periodo de marzo a mayo.
De acuerdo con la evaluación del gremio, el aumento logrado para el trimestre anterior, que fue del 5,5% en tres tramos (2,2%, 1,8% y 1,5%), quedó por debajo de la inflación de ese mismo período, que habría superado el 6%.
La administración libertaria, por su parte, intenta mantener los incrementos salariales dentro de un rango del 0,5% al 1% mensual, lo que podría generar un choque con las expectativas del sindicato.
Aunque la primera audiencia oficial será el 13 de marzo, las negociaciones podrían complicarse dependiendo del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de febrero, que será anunciado al día siguiente. Los empresarios esperan que la cifra oficial les permita avanzar en una negociación más clara, mientras que el gobierno libertario confía en que Hugo Moyano aceptará la pauta salarial fijada por el Ministerio de Economía, como ocurrió en enero pasado.
En aquella oportunidad, Moyano había comenzado con un reclamo del 15% (5% mensual) y luego estaba dispuesto a acordar un aumento del 8% trimestral. Sin embargo, el Ministerio de Trabajo intervino para evitar que el aumento superara las proyecciones inflacionarias, logrando finalmente que el líder de Camioneros aceptara el 5,5%. La intervención del ministro Julio Cordero fue clave para reducir las pretensiones del sindicato y garantizar que el acuerdo se ajustara a las estimaciones salariales oficiales, consignó el sitio Infobae.
Mientras, el gobierno de Milei también enfrenta otros desafíos con gremios clave, como la Federación de Trabajadores de Industrias de la Alimentación (FTIA), cuyo conflicto salarial sigue sin resolverse y podría derivar en medidas de fuerza. La presión sindical sobre la Casa Rosada y las cámaras empresariales se intensifica.