El mate es una de las bebidas más populares en Argentina, presente en distintas rutinas diarias, ya sea en compañía o en solitario. Para disfrutarlo al máximo, es fundamental asegurarse de que todos los elementos estén en óptimas condiciones, en especial la bombilla, que puede acumular residuos con el tiempo.

¿Cuál es la temperatura ideal del agua para que el mate salga perfecto?

Llevar a cabo una limpieza regular evita que se acumulen restos de yerba y sedimentos en su interior, asegurando que el sabor de la infusión se mantenga puro y libre de impurezas. Además del lavado diario, es recomendable realizar una limpieza profunda con cierta periodicidad.

¿Por qué es importante limpiar la bombilla del mate?

Uno de los primeros signos de que la bombilla necesita ser higienizada es cuando el mate se tapa al cebarlo. Antes de llegar a ese punto, ya habrá acumulado residuos que pueden modificar el sabor y afectar la calidad de la infusión. Además, si no se limpia correctamente, puede convertirse en un foco de bacterias y hongos perjudiciales para la salud.

Mantener una rutina de higiene adecuada no solo preserva el auténtico sabor del mate, sino que también previene problemas de salud asociados a la contaminación por microorganismos.

¿Cada cuánto se debe limpiar la bombilla?

Para evitar la acumulación de residuos, se recomienda enjuagar la bombilla después de cada uso. Además, al menos una vez por semana, se debe realizar una limpieza profunda con productos específicos como bicarbonato de sodio o vinagre, que ayudan a desinfectarla y eliminar restos persistentes.

Pasos para limpiar correctamente la bombilla del mate:

- Retirar la bombilla del mate.

- Calentar suficiente agua en una olla para sumergirla por completo.

- Agregar una cucharada de bicarbonato de sodio o vinagre al agua caliente.

- Sumergir la bombilla y dejar hervir durante 10 a 15 minutos.

- Retirar con cuidado y dejar enfriar.

- Usar un cepillo pequeño o limpiador de bombillas para eliminar los residuos internos.

- Enjuagar bien con agua y dejar secar completamente antes de volver a usarla.