Nuevamente Chile, con una exportación de 625.000 toneladas de cerezas, superó todas las expectativas y sus anteriores récords. “En esta campaña registró un aumento muy marcado: exportó un 50% más que en las dos últimas campañas y el 80% más que el promedio de los últimos cinco años”, subrayó Betina Ernst, de Topinfo.
Precisó que pese a este logro la campaña dejó un sabor amargo. “Se inició correctamente durante las primeras semanas, y en muchos mercados se tuvo una respuesta satisfactoria. Pero a medida de que la temporada avanzaba, la situación se fue complicando. El mercado chino, del cual depende más del 90% del negocio, no reaccionó en la forma esperada. Los precios fueron menores a otros años; en especial para las categorías que no cumplían con los altos estándares de los consumidores chinos”, dijo.
Y contó que la campaña finalizó con un gran infortunio: “Un desperfecto de un buque llevó a la destrucción y a la pérdida de 1.300 contenedores de fruta. Los números finales de China no serán los esperados, siendo más bien bajos si los comparamos con otros años. Estos hechos reactivaron la necesidad de buscar otros mercados”.
Ernst dijo, también, que Estados Unidos se perfila cada vez más como segundo destino en importancia. “Este año recibió de Sudamérica 24.000 toneladas; un 40% más que en 2023/24. Se ha trabajado mucho en ese mercado, para imponer la cereza como una fruta especial durante el invierno del norte, haciendo hincapié en fechas especiales como el Día de Acción de Gracias, Navidad, Año Nuevo, San Valentín y el Super Bowl”, indicó. Pero precisó que l la publicidad también incentiva su consumo durante los días no festivos. “Para ello se trabajó con los grandes retailers, para que dispongan de espacios en las góndolas, realicen numerosos anuncios y den la oportunidad de hacer promociones en los negocios”, señaló.
Entre las ventajas que, a criterio de Ernst, tiene este mercado se cuenta que acepta tamaños medianos que ya no son apreciados por los chinos (ej. el Jumbo). “Además, la campaña se desarrolla en forma más tranquila, sin fuertes altibajos y no se depende de una sola fecha, como es el caso de China. A esto se suma que Chile y la Argentina tienen fuertes lazos comerciales con los importadores, al ya comercializar otras frutas”, añadió.
Mencionó que Asia (sin China, ni Medio Oriente) recibió unas 20.000 toneladas de Sudamérica, a las cuales hay que sumar unas 5.000 a 7.000 toneladas de Australia y Nueva Zelanda. “Es la región que, luego de China, más expectativas genera. Esto se debe a su gran población, siendo la más poblada del mundo: India, 1.425 millones de habitantes; Sudeste 672, y Lejano Oriente (sin China) 235. “En la región se está formando una creciente clase media a alta, con buen poder adquisitivo, que busca diversificar su alimentación. Por otro lado, en casi todos de estos países vive una importante colonia de chinos. La influencia de la cultura china es fuerte, celebrándose el festejo de Año Nuevo y otras festividades”, dijo.
Añadió que en este caso las cerezas son vistas como algo especial que se regala para festejos especiales (ej. Año Nuevo Lunar, casamientos en India) o es un lujo que cada tanto disfrutan. “Los precios pagados suelen ser atractivos, superiores a los que se manejan en otros continentes”, dijo Ernst.
En lo que respecta a Europa, a diferencia de otras frutas, para las cerezas de contraestación esta región no es un destino atractivo. “Compra volúmenes relativamente bajos. En la actual campaña recibió 6.600 toneladas de Chile y 1.900 toneladas de la Argentina. Dentro de Europa, la mitad se envía al Reino Unido, seguido por España, Holanda y Alemania. El problema en el viejo continente es que la cereza está asociada a la primavera-verano; y fuera de esta época casi no se la consume. Tampoco se la considera una fruta especial, por lo cual no se está dispuesto pagar precios especiales.
Otro problema que se está dando es que su consumo muestra una tendencia negativa, prefiriéndose otras frutas como los berries. Este año se observó por primera vez que en Alemania se realizaron numerosas promociones. Lo habitual es realizarlas solo en la semana de Navidad; pero este año se las extendió durante todo enero. Esto es un intento de extender su campaña y de promover su consumo durante la contraestación.
“La cercanía del mercado latinoamericano a Chile y a la Argentina y las menores exigencias en calidad, tamaño y empaque, lo transforman en un mercado interesante para aquellas partidas que no se pueden enviar a ultramar”, destacó. Chile exportó unas 9.400 toneladas a esta región -casi la mitad, a Brasil-. Le sigue en importancia Ecuador (2.500 toneladas), Méjico (1.100 toneladas), Argentina (550 toneladas), Bolivia (320 toneladas) y otros.
Es vista como una fruta especial, de mayor categoría que las frutas que se ofrecen habitualmente. El interés se centra en las fiestas de fin de año. Fuera de ese momento, las ventas son mínimas. Las menores exigencias tienen como contrapartida que los precios no son muy elevados, sino inferiores a los registrados en los destinos de ultramar.