En el caso Diego Maradona, el máximo ídolo argentino que no puede encontrar la paz, esta vez la protagonista es la jueza Julieta Makintach. Una persona que debería ser la autoridad para impartir justicia está involucrada en un caso de un documental clandestino, cuando ella misma autorizó no filmar dentro del recinto donde se lleva el caso de la muerte de Diego. ¿Cómo se puede esperar que haya una justicia honesta, si los que la constituyen o la imparten son partícipes de este acto aberrante que podría determinar la nulidad del caso? Esta profesional debería ser expulsada de sus atributos, y deja al desnudo la corrupción que es tan común en Argentina, no solo de políticos sino de muchas autoridades que deberían ser ejemplo y no lo son. Es una vergüenza lo que esta magistrada hizo para sacar rédito personal, siendo la figura de Diego Maradona, y dándole un golpe muy duro al derecho penal argentino, que entre otras cosas busca bajar la imputabilidad de menores y reformar muchas cosas. ¿Pero con personas como la señora Makitach se podría tener una Justicia creíble? Ojalá la Corte Suprema saque a estos jueces para poder volver a creer en algo que debemos creer.

Fernando Esteban Saade

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