Respecto del fallo que condena a CFK, asombra (o no), el relato que intentan instalar sus  defensores en altos cargos políticos, seguidores, etc. “Proscripción electoral... excluye de la contienda electoral... limitan el derecho de millones a elegir libremente...”. El mismo relato se instaló en las últimas elecciones nacionales. Escribí en esa ocasión si acaso sus simpatizantes no entendían que la señora no se quería presentar (por temor a una derrota, por desinterés, etc). Y no lo hizo. Pero continuaron convencidos de que no lo hacía porque la Justicia se lo impedía. Hoy, la palabra proscripción fue instalada por la señora. Como siempre, especulando cómo seguir cooptando fidelidad de una parte de la población que se siente amenazada por el gobierno actual y sus políticas. No hay otro análisis. Si no, ¿por qué su “candidatura” anticipada a un cargo? Era consciente de la finalización de los plazos legales (abogada). Relato, relato, relato. A los que denuncian corrupción en la Corte, no olviden que todos son funcionarios designados en el kirchnerismo. Y la otra parte del relato: “un nuevo intento de exterminar el peronismo”. Si es el que la señora representa, no le vendrá mal. CFK siempre despreció (audios) el peronismo, lo usó para seguir con algo de poder. Y lo seguirá usando, como presidenta del PJ nacional. Si realmente le interesase el movimiento, haría un paso al costado. Como le dijo el ex presidente Mujica en una ocasión: es momento de los jóvenes, en ellos hay que depositar la esperanza. El justicialismo debe resurgir. Es necesario como equilibrio de fuerza política indispensable en cualquier país democrático. Fue bisagra en un momento histórico aunque sus “representantes” en el poder lo demolieron con la corrupción. Hablamos de inteligencia artificial hoy, y el peronismo no está a la altura. A las nuevas generaciones les corresponde ubicarlo en el contexto actual.

Hilda Cristina Ponce                                   

kityponse@gmail.com