Mantener tus ambientes limpios es esencial, no solo por una cuestión estética, sino para prevenir enfermedades. Los baños, como habitaciones en la que es habitual encontrar desechos, son cuartos que tienen que asearse regularmente; tal vez con mayor frecuencia que cualquier otro espacio de la casa.
Este error al limpiar el baño es un "caldo de cultivo de bacterias", según expertasPara limpiar con mayor facilidad y sin usar productos químicos, podés preparar una mezcla vegetal y mineral. Se trata de la mezcla del jugo de una fruta con sal gruesa. Las bañeras, las esquinas, las juntas de los azulejos, las canillas y alrededor de las llaves son los espacios que más se ensucian. La acumulación de polvo y sarro empieza a dejar unas manchas sobre las superficies blancas.
¿Qué fruta mezclar con sal para limpiar baños?
Seguramente estarás pensando en el limón porque su ácido funciona para ablandar la suciedad de diferentes materiales. Aunque este truco no incluye limón, sí incluye otro cítrico igualmente eficiente: el pomelo. Esta fruta permite mantener el brillo a la vez que elimina impurezas y blanquea materiales como la cerámica y la loza.
Para usarlo, tendrás que exprimir el jugo de uno o dos pomelos grandes y mezclarlo con sal gruesa. Revolvé hasta que se forme una mezcla pastosa. Necesitarás abundante cantidad de sal. Pero no hace falta que la sal se disuelva. Por el contrario, sirve que queden unos pequeños gránulos formados para raspar asperezas.
Se puede preparar la mezcla en un pequeño bowl de boca ancha y levantar la pasta con un pequeño cepillo. Sirven los cepillos de dientes que ya no están en uso. Pero, si no querés usar o no tenés disponible un cepillo de dientes, también podés usar la parte interior de la cáscara del pomelo exprimida.
Cada cuánto debés limpiar el inodoro del baño
Son muchos los factores que incidirán en la frecuencia de limpieza del inodoro. En primer lugar, dependerá de cuánto se use. Esto, a su vez, depende de el espacio en el que esté, de quiénes hagan uso de él y cada cuanto. No es lo mismo el baño privado de un hogar que el de un bar público.
El inodoro, en definitiva, debería limpiarse al menos una vez al día de forma exterior si se usa mucho. Puede reducirse a una vez por semana si se usa poco. Esto evitará no solo la proliferación de microbios dañinos, sino también la formación de manchas ocasionadas por el agua u otros líquidos derramados.