DAMASCO, Siria.- El ejército israelí cumplió su amenaza y llevó a cabo varios bombardeos en Damasco, entre ellos en la entrada del cuartel general del ejército sirio, en pleno centro de la capital, y anunció que había atacado un “objetivo militar” en la zona del palacio presidencial. Israel había amenazado con intensificar sus ataques si las fuerzas gubernamentales no se retirabn de Sweida, ciudad de mayoría drusa en el sur de Siria.

Las autoridades sirias anunciaron que estos ataques dejaron tres muertos y 34 heridos y denunciaron la “peligrosa escalada” de Israel tras los ataques, reafirmando el derecho de Siria a “defender su territorio y su pueblo”.

Los enfrentamientos comenzaron el domingo entre combatientes drusos y tribus beduinas sunitas, después del secuestro de un comerciante de verduras druso, que desencadenó una serie de raptos en represalia, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

Las fuerzas del gobierno se desplegaron el martes para frenar la violencia en la ciudad de Sweida, hasta entonces en manos de combatientes drusos. El OSDH, testigos y grupos drusos las acusaron de abusos como ejecuciones de civiles y saqueos.

Según esta ONG, 300 personas murieron desde el inicio de la violencia. La mayoría son combatientes, así como 40 civiles drusos, de los cuales 27 murieron ejecutados de forma sumaria por fuerzas del gobierno. La presidencia siria prometió castigo para quienes cometan crímenes contra residentes de Sweida.

Irán apuntó contra Javier Milei por “respaldar las acciones militares del régimen sionista” de Israel

Israel, que ocupa y se anexionó la mayor parte de los Altos del Golán sirios -donde vive una importante población drusa-, reiteró en los últimos días que no permitirá ninguna presencia militar en el sur de Siria, cerca de su frontera común.

El ministro de Defensa, Israel Katz, afirmó que “Israel no abandonará a los drusos en Siria” y que el ejército “operará con fuerza” en la región de Sweida “para eliminar a las fuerzas que atacaron a los drusos hasta su retirada completa”.

Los drusos son una destacada minoría de Medio Oriente, cuya religión deriva del islam chiita. Están presentes en Líbano, en el sur de Siria y en el Golán sirio ocupado por Israel.

Israel propone cerrar el sur de la Franja de Gaza

La violencia en Sweida ilustra los retos a los que se enfrenta el gobierno interino de Ahmed al Sharaa desde que él y una coalición de grupos rebeldes sunitas derrocaron a Bashar al Asad en diciembre, en un país marcado por casi 14 años de guerra civil.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, condenó “la escalada de bombardeos de Israel” así como “los reportes de que las fuerzas de defensa israelíes volvieron a desplegarse en el Golán”, dijo su portavoz Stephane Dujarric.

El jefe de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio, espera una desescalada en el sur de Siria en las próximas horas, y habló de “un malentendido” entre Israel y la República Árabe. El ejército israelí dijo que había identificado a “decenas de sospechosos” que intentaban cruzar la frontera desde Siria. Decenas de drusos cruzaron la frontera en ambas direcciones el miércoles, bajo los gases lacrimógenos de las fuerzas israelíes.

“Salven a Sweida”

En Sweida, reporteros de agencias internacionales informaron que vieron una treintena de cadáveres tendidos en el suelo, algunos de miembros de las fuerzas gubernamentales y otros de combatientes vestidos de civil, sin poder identificarlos.

“Estoy en el corazón de la ciudad de Sweida, al lado del edificio de la gobernación (...) No pienso salir y en cualquier caso no hay forma de escapar”, declaró un residente a la agencia francesa AFP. “Si llegan aquí, estoy muerto. Hay ejecuciones sumarias en las calles”, añadió el hombre, que no reveló su identidad.

El Ministerio de Defensa sirio afirmó que “grupos al margen de la ley reanudaron los ataques contra el ejército y las fuerzas de seguridad interna en la ciudad”, tras declararse el primer alto el fuego, y pidió a los residentes que permanezcan en sus casas.

Un influyente líder religioso druso, Hikmat al Hejri, instó al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, al primer ministro israelí, “y a todos los que tienen influencia en el mundo”: “Salven a Sweida”, dijo. “Nuestro pueblo está siendo exterminado y asesinado a sangre fría”. Los principales líderes religiosos drusos tienen posturas divergentes, y Hejri se desmarcó pidiendo a los combatientes de la minoría que no depongan las armas.