River se encuentra atravesando un momento de transición que marca el cierre de un mercado de pases tan intenso como complejo. La doble operación con Talleres de Córdoba por Juan Portillo y Matías Galarza Fonda, dos volantes que Marcelo Gallardo pidió especialmente, fue la última gran movida.

Ambos futbolistas están próximos a incorporarse al plantel profesional, aunque la llegada se retrasó más de lo esperado. El plan original era que se sumaran tras el encuentro en Córdoba, aprovechando la cercanía con su exclub. Sin embargo, cuestiones contractuales demoraron las firmas y terminaron estirando los plazos.

Recién este miércoles Portillo realizará la revisión médica en una clínica de Belgrano, mientras que Galarza Fonda ya la completó, por lo que ambos se integrarán a los entrenamientos entre miércoles y jueves. La presencia en Buenos Aires de Andrés Fassi, presidente de Talleres, fue clave para destrabar el asunto y formalizar la transferencia.

La operación incluyó una ingeniería financiera que no fue sencilla. River pagará 8,5 millones de dólares por los dos jugadores y, además, cederá parte de los derechos económicos de otros futbolistas: un 25% de Federico Girotti y un 10% de Alex Vigo. Con estos movimientos, se da por cerrada la participación en el mercado, en el que incorporó a Maximiliano Salas, Alex Woiski y Juan Fernando Quintero.

Gallardo dejó en claro quiénes deben buscarse un club

Sin embargo, mientras se refuerza también continúa el proceso de depuración que Gallardo inició tras la dura eliminación en el nuevo Mundial de Clubes. La caída en esa competencia aceleró una reestructuración profunda en el plantel. Algunas salidas ya se concretaron (como las de Gonzalo Tapia y Leandro González Pirez)_y otras están al caer.

Hay nombres que ya no figuran en los planes del cuerpo técnico: Matías Rojas, Santiago Simón, Manuel Lanzini, Rodrigo Aliendro, Matías Kranevitter, Federico Gattoni y Miguel Borja. En todos los casos, el objetivo del club es reducir masa salarial, liberar cupos y abrir espacio para nuevos protagonistas.

El caso de Borja es el más delicado. Aunque Tigres de México lo quiere, no está dispuesto a pagar una indemnización, por lo que el delantero podría quedarse hasta diciembre sin minutos. Por Gattoni, que está a préstamo desde Sevilla, River evalúa si lo libera ahora (con un costo cercano al millón de euros) o espera hasta fin de año para evitar ese gasto.

A Rojas ya le avisaron que busque nuevo club, con la intención de rescindir contrato. Simón, en cambio, genera interés en Brasil y México, aunque el Elche español ya recibió un “no” por su propuesta de préstamo. Lanzini es pretendido por Vélez y por clubes de la MLS, pero su alto salario es un escollo. Aliendro también podría ir al “Fortín”, aunque su situación se complicó por un desacuerdo reciente con la dirigencia. Kranevitter, relegado tras la llegada de Portillo, también tiene un pie afuera: su salida sería inevitable a fin de año.

River cierra el libro de pases con caras nuevas y salidas necesarias, en busca de un equilibrio que le permita competir en los tres frentes que aún tiene por delante. Gallardo lo sabe: era ahora o nunca.