El escueto epígrafe de la fotografía seleccionada por Jorge Olmos Sgrosso -“Vida nocturna, Tucumán, 1972”- abre la puerta a una serie de evocaciones. A comienzos de ese año, LA GACETA de los domingos dedicaba una sección a la moda, donde podían verse hombres con ropa deportiva, camisetas o camisas desabotonadas y cadenas de plata en lugar de la tradicional cruz; también ambos en tonos celestes y azulados. Los más audaces, incluso, incorporaban carteras masculinas. En cuanto a la moda femenina, se destacaban los estampados, el color “bols de rose” y los sobretodos o sacones de gamuza sintética.

En Buenos Aires, la inauguración de la boite Marrakesh marcaba tendencia: se decretaba el fin del short y se imponían los vestidos largos y coloridos, los estampados florales, los pantalones y las remeras, que comenzaban a combinarse con jeans, mientras las minifaldas empezaban a perder terreno.

Los rankings musicales eran encabezados por éxitos como “Los amantes” (Raphael), “Tú eres mi destino” (Los 4 Soles), “Veo veo, ¿qué ves?” (Katunga), “Volverás, mi amor, yo te esperaré” (Blue Caps), “Vamos, dale” (Industria Nacional) y “Estoy hecho un demonio” (Safari). Ese año, también, se daba cuenta de que el tema de Sandro “Así” había sido grabado por Shirley Bassey.

Recuerdos fotográficos: 1910. Cuando los comercios se tironeaban los clientes

La vida social se repartía entre matinés y salidas nocturnas en una gran variedad de boliches, cuyo listado recupera Rodolfo di Pinto, de la Cámara de Discotecas: el sótano de la confitería El Condado (San Martín al 500), que abría los domingos por la tarde; Come Back, debajo de Polo Norte (San Juan y Muñecas); Tobruk (Maipú al 800); Kefrén (Marcos Paz y 12 de Octubre); Toulouse (Crisóstomo casi Buenos Aires); La Vaca Verde (Crisóstomo al 400); Segismundo (Bolívar al 400); Tiffany (Mendoza al 100) y Petrushka (Laprida y Mendoza). Ese año se inauguraba Boróbudur en Simoca, mientras que boliches como Madrás, en Concepción, ya formaban parte del circuito.