El invierno plantea desafíos para el cuerpo: las bajas temperaturas, la menor exposición al sol y la reducción en la actividad física hacen necesario reforzar las defensas y mantener una energía sostenida. En este contexto, el mate, infusión tradicional presente en más del 90% de los hogares argentinos, se posiciona no solo como un ritual cálido y social, sino también como un aliado clave para la salud.

La yerba mate contiene una poderosa combinación de antioxidantes, entre ellos polifenoles y ácido clorogénico, que ayudan a combatir el envejecimiento celular y fortalecer el sistema inmune. También aporta vitaminas A, C, E y del complejo B, potasio, zinc y aminoácidos esenciales, nutrientes fundamentales para enfrentar los rigores del invierno.

“El consumo del mate está más vinculado a lo emocional que nos genera que a lo que sabemos que aporta a nuestro cuerpo. Pero en la época más fría del año, además de darnos abrigo emocional, el mate es una herramienta real para cuidar nuestra salud”, explica Brian Taboada, gerente de Calidad del Establecimiento Santa Ana.

Una de las propiedades más valoradas de la yerba mate es su efecto energizante. Estimula el metabolismo, favorece la quema de grasas y aporta un impulso sostenido sin necesidad de incorporar calorías extras, algo especialmente útil cuando se reducen las actividades al aire libre y la movilidad cotidiana.

En este sentido, el mate ayuda a mantener el foco y el ritmo en los días fríos, cuando la motivación suele decaer. Además, al ser una bebida caliente, su consumo reconforta y genera un momento de pausa que también es bienestar emocional.

Cuidado cardiovascular

El mate también puede tener un rol protector para el corazón. Según un estudio publicado por el Centro Nacional de Información Biotecnológica (NCBI), el consumo regular de yerba mate aumenta el colesterol HDL (colesterol "bueno") y podría reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Sus antioxidantes ayudan a prevenir la acumulación de grasa en las arterias, contribuyendo así a una mejor salud vascular.

“El mate es mucho más que una bebida. Es un abrazo compartido, una pausa que calma, un puente entre generaciones. En cada producto que desarrollamos, buscamos potenciar esa conexión que genera”, señalaron desde la empresa CBSé.

En un invierno que invita a resguardarse y cuidarse, el mate se reafirma como un aliado cotidiano. Ya sea por su aporte nutricional, su capacidad de brindar energía sin excesos, o su valor simbólico como ritual social, esta infusión tradicional demuestra que las pequeñas costumbres también son grandes herramientas para el bienestar.